martes, 9 de agosto de 2016

Andalucía desahuciada



Hace seis años, con la entonces incipiente crisis económica, recordé los tres expolios que sufre Andalucía gracias a su modelo económico extractivo y a la dependencia del poder político andaluz de la administración centralista, se substancie ésta en Madrid o en Sevilla. Expolios de capital ambiental, capital humano y capital financiero.

Al monocultivos del ladrillo, la dependencia del turismo de primera línea litoral y la política agraria que favorece el... rentismo latifundista y la desigualdad estructural en el agro andaluz, se suma ahora la apuesta del gobierno autonómico por la minería. Todo ello en un momento en que, tras la ruina de las cajas andaluzas, éstas han pasado a manos extranjeras, dejando al gobierno andaluz y a los municipios andaluces sin instrumentos financieros con los que actuar en las economías locales.



Si ya era escasa, con el actual modelo autonómico de reparto de competencias y soberanías, la capacidad política de Andalucía, se suma ahora el hecho de la entrega absoluta del partido que ha gobernado esta tierra a intereses económicos extraños y a guerrillas internas por el control de un PSOE en decadencia ideológica.

Ahí, en este punto, aparece este verano un trabajo comparativo sobre datos del Ministerio de hacienda, del profesor de la Universidad de Málaga Joaquín Aurioles que desmonta el mito de la Andalucía subsidiada, que ya podría ser portada en diarios españoles, vascos y catalanes, para comenzar a desmontar el viejo mito de la Andalucía subsidiada.

Resulta que las comunidades forales (llamadas así por su especial (y privilegiado) régimen fiscal) disponen de una financiación per cápita casi el doble que la andaluza.

Resulta que Andalucía es la cuarta peor financiada, prácticamente igual que Murcia, Madrid y País Valencià, que serían las que menos a escasísima distancia. Después Cataluña, algo, no mucho, mejor financiada, y después las demás hasta llegar a las estrellas, País Vasco y Navarra.

Sumemos que, como saca a relucir el mismo estudio, tenemos el cuarto peor gasto público autonómico por habitante y añadamos al algorítmo los diferenciales de tasa de desempleo, la demacrada industrialización, los expolios referidos, la escasa o nula soberanía para intervenir sobre cuestiones claves de modelo productivo y energético, y tendremos que Andalucía en lugar de subsidiada lo que está es desahuciada.

Para cambiar esto, yo empezaría por liquidar el control político que el gobierno andaluz ejerce sobre Canal Sur, y luego ya pasar directamente a la ofensiva, con datos, contra la desigualdad.