lunes, 8 de julio de 2013

Andalucía sujeto político: Por unas primarias ciudadanas de la izquierda andaluza


Redactada, propuesta y aprobada en la Asamblea de Primavera Andaluza 

ASAMBLEA PRIMAVERA ANDALUZA
Nerja, 6 de julio de 2013

Resolución 1

Andalucía sujeto político:
Por unas primarias ciudadanas de la izquierda andaluza

Desde nuestra más profunda radicalidad democrática creemos que es tiempo de la política.

Política y democracia, democracia y política, como un todo instrumental para la resolución pacífica de los conflictos de intereses económicos y sociales ineludibles en sociedades plurales y complejas. Diferencias que no pueden ser soslayadas bajo los epígrafes del "todos son iguales" o del "sentido común."

La crisis económica, que se manifiesta a escala planetaria y a diferentes niveles territoriales de modo diferencial, es más grave allí donde la dependencia externa, ya sea política, tecnológica, energética o bancaria, es mayor.

Andalucía, en el marco de la Unión Europea, fruto de un peso político desigual y de acuerdos marco que han desequilibrado nuestro desarrollo económico hacia el desarrollismo basado en el sector de la construcción, el turismo insostenible y una agricultura intensiva en insumos energéticos y agroquímicos, ha chocado de frente con la crisis arrojando las peores cifras de desempleo y de deterioro del tejido económico productivo.

Esto ha ocurrido en un contexto en el que el mensaje ideológico neoliberal, capitalizado y liderado por todas las derechas del estado español, con la derecha nacionalcatólica centralista a la cabeza, ha ocupado todo el territorio mental de interpretación de las causas de la crisis. Además, la izquierda andaluza, capaz de contrarrestar los retrocesos hacia la desigualdad, ha sido cogida a contrapié, imbuida de cierta autocomplacencia productivista y consumista.

Frente a esto, el Pueblo andaluz, en las últimas elecciones autonómicas celebradas el 25 de marzo de 2012, hace sólo un año y tres meses, dio un ejemplo de inteligencia colectiva. Un ejemplo que se tradujo en un nuevo gobierno con un importante peso de Izquierda Unida. El camino hasta aquí no ha estado exento de dudas y dificultades. También de escasez de iniciativas políticas potentes contra la derecha centralista, a un tiempo que de agresiones a nuestra soberanía plasmada en el Estatuto y en la institucionalidad de nuestra autonomía.

Un año de gobierno capitalizado por dos iniciativas importantes por su calado social y por su impacto simbólico. El Decreto Ley de función social de la vivienda y El Decreto Ley contra la exclusión social. Dos iniciativas que son atribuidas a la presencia y peso de la izquierda en el gobierno andaluz.

Sin embargo, la limitación real de la capacidad andaluza para efectuar una política propia de ingresos, la falta de decisión en el desarrollo de la fiscalidad ecológica y social andaluza, los recursos ante el Tribunal Constitucional interpuestos por la derecha y la amenaza de la misma de seguir en esa dirección para cercenar nuestra autonomía política, los Presupuestos Generales del Estado discriminatorios hacia Andalucía, el incumplimiento por parte del gobierno central de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto, la falta de ausencia de una Banca Pública Andaluza, la expropiación de la práctica totalidad de nuestras cajas de ahorros, los proyectos de ley del PP sobre sostenibilidad y eficiencia municipal, un nombre que oculta la privatización, destrucción y control por parte de las Diputaciones como agentes institucionales al servicio del centralismo, de las competencias municipales, unido todo ello a las políticas de recortes y retroceso en derechos impuestas por la Troika y Merkel, al servicio de la banca alemana, aventuran un panorama muy complicado para el gobierno andaluz.

Quienes han gobernado Andalucía durante muchísimos años no están exentos de responsabilidad, además de haber sucumbido al desarrollismo más insano, han desactivado nuestra capacidad de respuesta como pueblo basada en la potente identidad cultural de Andalucía.

Creemos que no es momento de convocatorias de elecciones anticipadas, salvo que el curso de la investigación de los ERE acabe alcanzando al actual presidente del gobierno andaluz, es momento de gobernar para Andalucía haciendo políticas de izquierdas en el plano económico, social y ambiental, es momento de apostar por la transformación de nuestro modelo productivo, haciéndolo ecológico y territorializado. Energías renovables, reforma agraria verde, banco público de tierras, consumo de proximidad, movilidad sostenible, universidades e investigación, becas para todos y todas, educación, salud  y cultura andaluza. Es momento de incrementar la protección social, asumiendo servicios sociales comunitarios y oponiéndose radicalmente a la reforma restrictiva de las pensiones. Es momento de aumentar la protección ambiental, y ejemplificarla derribando definitivamente el Algarrobico, de blindar Andalucía del fracking, las prospecciones petrolíferas y la industria del gas en Doñana. Es momento de lucha, de andalucismo, de izquierda, de ecología, de feminismo y de sindicalismo de clase.

Pero todo esto, difícil y contra un enemigo muy poderoso, no se puede hacer sin vincular al Pueblo con sus instituciones y sus representantes, sin preparar una alternativa política que dispute en Andalucía desde la izquierda la hegemonía social de la socialdemocracia liberal y del neoliberalismo rampante. Este vínculo creemos que debe comenzar con un proceso real y simbólico de unidad y transformación de la izquierda andaluza, que implique al máximo número de organizaciones políticas, sociales, sindicales y plataforma ciudadanas.

Por ello, proponemos que Andalucía vuelva a ser un poderoso sujeto político para la izquierdaProponemos a toda la izquierda andaluza, especialmente a Izquierda Unida, los sindicatos de clase, a las plataformas ciudadanas que llevan años luchando por causas justas económicas, sociales y ambientales, y a los nuevos movimientos sociales y ciudadanos, el impulso de unas elecciones primarias ciudadanas, vinculadas a la deliberación política abierta y a la preparación de un programa político compartido, para la elección de la persona que nos represente en las elecciones autonómicas como candidato o candidata a la presidencia del gobierno andaluz.

Un impulso que abra la puerta a más procesos futuros de primarias ciudadanas en todos los niveles institucionales y territoriales.

A ello, y a contribuir a la unidad de la izquierda federalista, verde y republicana, como venimos haciendo en el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, vamos a dedicar el mayor de nuestros esfuerzos.

Por Andalucía, los pueblos y la humanidad.
¡Viva Andalucía Libre!