Merkel no tiene mayoría absoluta: es posible un gobierno de izquierda para cambiar Europa

Los resultados de las elecciones alemanas no han dado la mayoría absoluta a Merkel, con el añadido de que sus socios naturales, los liberales del FDP han desaparecido del Bundestag. Sin embargo, toda la prensa de derechas europea está exultante con la “gran victoria de Merkel”.

Pero lo cierto es que por aritmética parlamentaria, el SPD (socialdemócratas), Die Grünen (verdes) y Die Linke (la izquierda) tienen una oportunidad histórica para cambiar Europa, tienen la oportunidad de hacer política europea para disminuir y limitar el gran daño social y los millones de personas que sufren las políticas de la troika, porque tienen la mayoría absoluta en las dos cámaras.

Cataluña, la izquierda, el derecho a decidir y Andalucía

El “derecho a decidir” tal y como se ha conceptualizado en Cataluña es la democracia en estado puro. Es la palanca de un proyecto constituyente transformador y revolucionario. En Cataluña el apabullante dominio hegemónico del neoliberalismo y el centralismo, ya versión madrileña, ya versión “conflictiva” vasco-catalana, ha sido derrotado en la calle por un objetivo político capaz de movilizar las conciencias. Hasta la Comisión Europea amenaza ya por boca de un “in-creíble” Almunia como lo hizo ante el auge electoral de la Syriza griega. Midamos la potencialidad del cambio y ruptura democrática con el neoliberalismo por el miedo o cautelas de sus voceros.

La política es proceso. Artur Mas desde el poder político, representante máximo de la derecha catalana, lanzó un órdago electoral para aliviar el peso de la culpa de su docilidad ante los recortes, descargándola en el gobierno central, y creó, sin prever las consecuencias, el escenario posible para la ruptura definitiva con aquella España del “lo dejo todo atado y bien atado.”

Mi columna radiofónica en SER - Radio Granada - Educación y civilización

Mi columna radiofónica de opinión en Radio Granada.

Viernes 13 de septiembre 2013

Educación y Civilización

Gracias Rafa por permitirme este espacio, por dejar hueco para la opinión granaína, andaluza, ecologista y de izquierdas.

Durante estos días comienza un nuevo curso escolar/académico. Me gustaría hablar un poco de Educación, ese derecho humano que tanto ha costado extender y consolidar, y que hay quienes a estas alturas del siglo XXI quieren poner en riesgo con una visión mercantil.

Discurso de Susana Díaz, demasiada indefinición y poco cambio

Más allá de cierta contundencia en la promesa de lucha contra la corrupción (con una increíble oferta a Rajoy de pacto en esta materia, suplantando la responsabilidad de Rubalcaba), aunque con ninguna alusión al actual modelo desarrollista basado en el urbanismo especulativo y en las grandes infraestructuras que son el sostén de las prevaricaciones y los enriquecimientos ilícitos, y más allá de la promesa de mantener las prioridades en la sanidad y la educación pública andaluza, el discurso de Susana Díaz ha carecido de un análisis crítico de las causas de la crisis diferencial andaluza y consiguientemente de planteamiento de una salida real de cambio sin caer en las trampas y los espejismos del pasado.

Lo dicho por Susana Díaz tiene demasiado aroma parecido a los discursos de Chaves y se encuentra anclado a una perspectiva de retorno al pasado feliz en el que las condiciones internas y externas a la comunidad autónoma andaluza permitían políticas de riego de euros sobre un modelo económico ciertamente depredador.

De la economía extractiva a la economía verde, una necesaria apuesta estratégica para Andalucía

En los últimos meses venimos viendo cómo grandes corporaciones del sector de las materias primas vuelven a tener interés por explotaciones de mineral en Andalucía, y cómo en los últimos años se ha producido una connivencia entre el gobierno central y diversas multinacionales petrolíferas para dinamitar el subsuelo litoral y continental con objeto de exprimir el gas esponjado entre las rocas.

Lo primero parece que podría tener reflejo en el BOJA ofertando nuevas concesiones extractivas de minerales con contenido metálico (el ejemplo de Aznalcóllar es el más paradigmático), y lo segundo ha tenido su reflejo en el BOE autorizando y dando los permisos pertinentes para prospecciones explosivas desde Cádiz hasta Almería y el fracking gasista salpicado en numerosos puntos de nuestra geografía.