martes, 15 de marzo de 2016

Un AVE sin prisas para que Granada y la vega sean amantes


La ecología es la ciencia del vínculo. La política la actividad pública que conforma lo colectivo. En la ciudad nació la política, la naturaleza dio a luz a la ecología. Así, cuando se unen ecología y política tenemos la ecología política, una forma de discurrir, actuar y proponer pensando en la complejidad de las relaciones entre lo vivo, lo humano, lo tópico y sus condiciones biofísicas de posibilidad.

Si la historia de la humanidad es la historia de la huida de la intemperie hasta chocar contra los límites físicos del planeta, la historia que nos queda debería ser la de la reconstrucción de la convivencia entre ciudad y naturaleza. Habremos de hacer que el campo y la ciudad sean amantes. Se puede.

En Granada, hace más de doce años propuse, propusimos, un gran parque en los terrenos de RENFE, años después revitalicé la idea coordinando la Plataforma por un Gran Parque Central al que le dimos el nombre de “del Milenio”, porque se construiría para conmemorar los mil años de vida de la Granada Zirí. En aquel entonces de mayo de 2009 le dije al alcalde una frase que le sonó a chino, “si usted hace esto pasará a la historia de la ciudad”, puso la misma cara de flipe que los diputados del PP cuando ven rastas, bebés y besos en el Congreso.

El desastre en la planificación urbana, de tráfico y movilidad, de dispendio inútil de dinero público, de lentitud en la ejecución de proyectos que sufrimos durante decenios ha producido en Granada un resultado esencial: empeoramos progresivamente. La causa es una, la concepción mercantil de lo común con el usufructo del poder a beneficio de parte.

El AVE, que será deficitario como todos los AVEs de España, no va a llegar mañana. Hay muchos tapones, el de Loja el más grande. Cuando llegue tendremos un tren a Madrid que reducirá quince minutos de duración, si llega a eso, el trayecto respecto de lo que podía haberlo hecho la mejora de la red existente. Dividiremos entonces las miles de millones de Euros, que no fueron a inversiones más importantes, entre esos minutos para ver a cuanto nos ha costado el tiempo que seguimos perdiendo esperando el autobús aquí.

No tengamos prisa con el AVE. Total nadie de quienes impulsaron el AVE, en beneficio de los bolsillos de los que han colaborado con la España de la financiación negra imputada/investigada, tiene prisa en que Granada sea mejor. El turismo sigue viniendo, sin AVE, sin trenes, sin metro, sin oferta cultural diversa. El problema, los problemas son otros, paro, precariedad, humos, injusticias, desahucios, zonas verdes, movilidad...

Pensemos en la gente, en la naturaleza, en la vega, en el patrimonio cultural, y forcemos colectivamente la mejora de lo que tenemos cerca. Mientra el AVE llega lentamente soterrado (eso sí) imaginemos ese gran parque como puerta de entrada a la Ciudad, imaginemos que la vega y Granada se aman como se amaron durante milenios.


Publicado en El Independiente de Granada