No conozco personalmente a Andrés Bódalo, tampoco a Miguel Hernández; para saber quienes son no es preciso haber mantenido una conversación con ellos. Ellos, los sensibles, los que son parte de la parte solidaria que nos acompaña, los hambrientos de amparo y sedientos de justicia, hablan por sus actos.
No conozco personalmente a toda esa caterva de infamia que alienta el odio contra Andrés Bódalo y se apunta a heredera de Miguel Hernández; para saber quienes son no es preciso haberlos rozado, basta sufrir sus obras en la tierra. Ellos, los dueños del cinismo, los ayunos de dignidad, se acompañan a diario del olor a náusea de la impostura y de las cámaras de televisión que pagan nuestras carencias.
El suceso de la condena fue en Jódar, vieja tierra de latifundio y desesperación, tierra de rapiña y asesinato del régimen franquista, de caridad clientelar recortada del contemporáneo régimen del “socialismo” andaluz. Cuenta la prensa (la que cuenta algo) que un acta de la policía local lleva a juicio a Andrés Bódalo por agresión a un concejal “socialista”. Pero los videos que circulan por las redes los desmienten, como lo desmienten testimonios en sede judicial de guardias civiles.
Sabemos, porque lo vemos a menudo que una parte de la justicia ni siquiera pasó la transición al régimen del 78, así que mientras haya artículos en el código penal a los que esa justicia pueda agarrarse en segura connivencia intelectual con el régimen andaluz para limitar y amenazar las libertades políticas, sindicales y civiles, lo hará. Lo vemos demasiado a menudo.
Andrés Bodalo es como Miguel Hernández porque ambos tiene entre los brazos a todos los niños yunteros del mundo, a esa mitad de la infancia andaluza en pobreza severa o al borde de la pobreza (834.000 niños y niñas según UNICEF) y nunca amenazaron a trabajadores con la pérdida de su empleo si no hacían campaña por el Partido Socialista en elección alguna, como lo hizo la Delegada de Empleo de la JJ.AA en Jaén.
Andrés Bódalo es como Miguel Hernández porque es y está con los aceituneros altivos, porque es uno de los nuestros, uno de quienes nacimos sin más propiedad que el amor de nuestras madres y padres y nunca utilizaremos su memoria y sus penurias para el engaño y la codicia de poder como la hija de fontanero que gobierna Andalucía.
Andrés Bódalo es como Miguel Hernández y se parece más a Miguel Hernández que todo el PSOE actual junto, incluidos las y los criados en sus sedes al calor de nóminas de procedencia pública sin que intermedien los principios de igualdad, mérito y capacidad.
En esta serie de videos se observa CON TODA CLARIDAD (son tres partes) como Andrés Bódalo se interpone entre jornaleros y autoridades y sus agentes de la autoridad para evitar que el conflicto fuese a mayores. (Son 3 partes). No veréis estos vídeos en la prensa, teles y radios del régimen del 78, ni mostrados por quienes dicen ser herederos de Miguel Hernández.
El delito de Bódalo, como el de Miguel Hernández es defender a las mayorías, ser sindicalista del SAT, defender a las gentes jornaleras del empobrecido campo andaluz, ser concejal de Podemos (Jaén en Común) y haber sido cabeza de lista de Podemos por Jaén en las generales. Y, sobre todo, haber nacido en Jaén, esa tierra donde la transición se hizo directamente del franquismo al régimen de Gaspar Zarrías, el imputado/investigado por los ERES que, como nos recuerda Teresa Rodríguez (autora de la pertinente comparación de Bódalo con el poeta cabrero), el mismo día del ingreso en prisión del jornalero andaluz declaraba por prevaricación y malversación de fondos públicos en un caso en el que se investigan 1.200 millones de euros hurtados de los andaluces y andaluzas.Soplan vientos del pueblo, eso es lo que pasa. Andrés Bódalo es Miguel Hernández, el mismo Miguel lo hubiese confirmado:
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombre jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
Publicado en Paralelo 36 Andalucía