¿Qué es el voto útil? El voto que das a la opción con la que no estás de acuerdo en todo pero sabes que es la que frena las opciones con las que no estás de acuerdo en nada.
La semana que entra el procés dejará de estar encapsulado en el Tribunal Supremo y volverá a las calles, a las teles, a las instituciones catalanas y a las elecciones españolas. La sentencia, según la infiltración practicada en la sociedad española por el propio Tribunal Supremo, es dura. Sedición y malversación, muchos años de cárcel. Tan largos y tediosos serán los debates jurídicos como largas serán las condenas. La historia jurídica continuará en el Constitucional y después en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Cada vez que despertemos Cataluña y España seguirán ahí con el eterno problema de la relación entre naciones abierto en canal. Los unos, los independentistas, se lanzaron al vacío sin mayoría electoral en Cataluña (sí parlamentaria), y sin comprensión suficiente del derecho a decidir en el resto del estado para condicionar una evolución dialogada hacia, quien sabe, un nuevo acuerdo federal. Los otros, los nacionalistas españoles, aprovecharon el salto para, como en las artes marciales, desviar el impulso y consolidar desde el poder de la bandera rojigualda los grandes recortes sociales y de derechos que arrancaron con la modificación del artículo 135 de la CE.
La única estabilidad que prometen las opciones de derechas y el actual PSOE electoral es la de mantener el conflicto catalán vivo para estabilizar ad eternum los recortes sociales.
Pedro Sánchez ha convocado repetición electoral. Ha arrojado a la basura millones de votos progresistas que consideraron en abril que el PSOE era la opción útil. Lo ha hecho con pleno conocimiento del contexto político en el que se iban a celebrar las elecciones de noviembre. Su lema “Ahora España” olvida los derechos de las y los españoles. Podría ser el lema de Vox.
Sánchez con su equipo de proximidad, atendiendo a los poderes económicos y subterráneos del estado, decidió que los más de tres millones setecientos mil votos de Unidas Podemos tenían prohibido ser parte del gobierno de España porque entonces el concepto estabilidad significaría estabilidad económica, social y ambiental de las familias españolas, los autónomos y las PYMES. Unidas Podemos con funciones de gubernamentales ataría el proyecto de gobierno a la recuperación de derechos, empezando por las grandes derogaciones pendientes de la reforma laboral y la ley mordaza prometidas por el propio Sánchez en infinidad de ocasiones.
Con Unidas Podemos en el gobierno la estabilidad de España no es un concepto vacío o indefinido. Estabilidad significa entonces leyes contra la precariedad laboral, contra la carestía de la vivienda y la energía, contra la violencia machista, contra el cambio climático, por las pensiones garantizadas y subidas con el IPC, por un SMI decente, por la salud y la educación públicas bien financiadas, por las garantías democráticas, el acceso a la cultura y los estudios universitarios cualquiera que sea nuestros ingresos. Leyes que hagan que las personas vivamos una vida digna y segura, estable.
Así que si queréis estabilidad, pero de la buena, de la de verdad, no la abstracta de bandera y firmes, entonces el voto útil progresista es el que es, no para quien lo ha tirado a las alcantarillas, sino el que garantiza que no ganan las opciones con las que no estás de acuerdo en nada. Opciones a las que el mismo Sánchez no ha parado de pedir su apoyo convirtiendo a quien llamó socio en enemigo preferente.
Te lo pido, vota fuerte, vota útil.