Nada más conocí la noticia a mí me extrañó. Conozco bien Sanlúcar, su entorno, la Jara, la Algaida, Bonanza, Doñana, el Barrio Bajo y el Barrio Alto. Me unen vínculos emocionales fuertes que tienen que ver con la amistad, el paisaje, las tabernas, el flamenco, el río, el mercado con sus papas, sus tomates, los pimientos cuerno de cabra, sus montones de acedías, galeras, langostinos o gambas, la plaza del Cabildo donde hay un lugar en que las tortillas de camarones parecen hechas con primoroso croché, las heladerías, el Palacio de los Duques de Medina Sidonia, la manzanilla de todas sus bodegas, las papás aliñás, el atún encebollao, y yo que sé qué más, todo con sus gentes incluidas.
No huele a facha Sanlúcar precisamente, hay un aroma popular mezcla de mar, campo, bodega, dignidad, tolerancia y siglos. A ver qué perfumista atrapa eso. Aseguro que no hay un solo bar, taberna o restaurante donde la cocina se achante ante cualquier estrella Michelin, ya esté en zona privilegiada o en la zona más popular, es más recomiendo estas últimas donde la inteligencia culinaria es einsteniana.
El viejo propietario de casa Bigotes, Fernando Hermoso, que domina currante la cocina del establecimiento, ha declarado a este medio que “lo ocurrido en La Jara es algo bochornoso". No tendría que haber pasado. La gente que se considere que se viste por lo pies… Debe respetar la diversidad en todo, sobre política, religión, lo que sea”. Y ha subrayado que, para evitar las consecuencias de imagen para la ciudad de Sanlúcar, que el lugar donde ocurrió la agresión ni es un bar, porque es una peña, ni es en Sanlúcar,…”. Ni es el Bigotes auténtico añadiría yo.
Además, su hijo, Fernando Hermoso, que también se curra el Bigotes, animó a “Monedero, a todo el mundo, a que venga, porque aquí se trata a todo el mundo igual, sea del Gobierno, de la oposición o apolítico. Desde que mi padre se hizo cargo del restaurante, en el 69, aquí han venido a comer todos los presidentes del Gobierno de la democracia. Y no hay una foto en una pared, porque todo el mundo es igual y guardamos la intimidad. El que puede gastarse 100 euros en comer unos buenos langostinos y el marinero de aquí de siempre que come un pescaíto frito y un atún encebollao y se gasta 18 euros. Aquí a todos se les trata igual, damos el mejor trato posible y esto es una carta abierta”. Doy fe.
Por eso me ha dado mucha alegría ver a Monedero brindando con manzanilla ofrecida por los propietarios, que están al pié del cañón, en la puerta de Casa Bigote. Es un síntoma de que la Andalucía democrática, racional y tolerante, como la España democrática, racional y tolerante tiene más fuerza y es inmensamente más mayoritaria que la que busca y gusta de la bronca, como en tiempos fascistas buscaba y gustaba del escarnio y el asesinato.
Gusta disfrutar de buenas noticias, otra buena de esta semana es la de que el CIS al consultar sobre si preferimos pagar impuestos con justicia, e incluso subirlos para mantener la calidad de los servicios públicos como la sanidad, un setenta por ciento de personas encuestadas ha dicho que sí, que está a favor. Lo de Monedero brindando con manzanilla de Sanlúcar, con Fernando Hermoso hijo, acogido en el Bigote y la de la encuesta del CIS parecen hechos inconexos, materialmente lo son, moralmente no. demuestran que la España que quiere cooperar es más grande que la que quiere pelear.