Tele viene del griego, significa distancia, al ver la tele vemos cosas a distancia. Canal sur casi nadie la ve porque dista mucho de lo que de verdad es Andalucía, de nuestro espíritu. Visión es del latín, su deriva semántica supone un desplazamiento de la realidad; ver visiones es ver cosas que no son necesariamente verdad. Tele-visión, es ver visiones a distancia, cosas que otros te cuentan. Lo que cuentan los telediarios de Canal Sur, informativos los llaman sin motivo, son cuentos, a veces delirios impuestos desde la sede del PP, Génova, en Madrid. Así lo denuncia el Sindicato de periodistas de Andalucía. Un jijijaja diario ajeno a la realidad andaluza ha hecho que la televisión que pagamos las y los andaluces no la vea prácticamente nadie. Más de cien millones de euros de dinero público andaluz desperdiciados.
Canal Sur, la pública andaluza nace un 28 de febrero de 1989, nueve años después de que el pueblo andaluz decidiera ser como el que más en el referéndum de 1980. Ya en 1990, un año después de su nacimiento, su cuota de pantalla era de un 24,4%. Teniendo en cuenta que entonces, además de TVE 1 y 2, comenzaron su andadura Antena 3, Telecinco y Canal + (que tenía programas en abierto), que uno de cada cuatro andaluces viese Canal Sur era un exitazo para sus profesionales.
Desde entonces, la audiencia de Canal Sur ha ido descendiendo hasta fosas abisales. El Barómetro andaluz de septiembre de 2020, realizado por el Instituto de Estadística y Cartografía del gobierno de Andalucía, pregunta ¿ve usted Canal Sur Televisión? Uno de cada tres andaluces (33%) responde que nunca, uno de cada cuatro (23,3%) dice que “de vez en cuando”, lo que quiere decir que la ve de reojillo alguna vez. Es decir, el 56,3% de las y los andaluces no ve prácticamente su televisión autonómica, frente a un 12,75 que la ve uno o dos días en semana, un 12,9% que la ve tres o cuatro días y un 17,9% que la ve a diario.
Los treinta y siete años de gobierno del PSOE consiguieron llenar Canal Sur de telediarios de autobombo (Andalucía Imparable, Segunda Modernización), banalidades de sobremesa vespertina, batas de cola, niños repeinaos, juanes y medio para la tercera edad, toros que nadie ve, fútbol del Madrid o del Barcelona, bertines osborne e hijos de Paquirris. Había excepciones en días y franjas horarias marginales.
Ese es el legado desértico que tras las elecciones de 2018, con una cuota de pantalla del 9,2%, recibió el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla. Ya era difícil que la audiencia media anual bajase del 9% en que la dejó el poder absoluto del último PSOE derechizado hacia Ciudadanos. Pues bien, el poder de Moreno (PP) y Marín (Ciudadanos), con la inestimable ayuda externa de Vox, está consiguiendo bajar la audiencia al entorno de 7%. Ya mismo la TVE andaluza no la ven ni ellos ni Dios.
Si como dice el Barómetro citado, el 39,9% de la población andaluza se informa por la televisión y un 29,2% por las redes sociales, es evidente que el deterioro de Canal Sur no solo perjudica enormemente los intereses de Andalucía, sino que cuanto menos se ve Canal Sur menos posibilidades tiene el poder político de influir partidistamente en beneficio propio, hay que ser torpes para, aunque solo sea por interés propio, no mejorar la credibilidad de la cadena pública andaluza.
Irónicamente, a la vista de que el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla no tiene oposición por la izquierda en Andalucía -el PSOE andaluz está de facto en stand by y el espacio de Adelante Andalucía implosionando-, que Canal Sur tenga una capacidad nula de conformar opinión pública libre es el significante comunicativo de que, como escribí aquí: Andalucía no existe, y Canal sur es la muestra agónica.
Lo que tenemos que preguntarnos las y los andaluces es por qué ahora la derechísima gobernante, y antes el PSOE de Andalucía, no tiene ningún interés en aumentar la calidad de la radiotelevisión pública andaluza, consiguientemente la audiencia y su diversidad expresiva. Tal vez sea porque eso supondría hacer valer el verdadero espíritu político y cultural andaluz, un espíritu que cuando existe no puede más que estar alineado con las causas de la justicia social, la equidad territorial, el feminismo y la ecología. Eso, o a lo mejor que el gobierno de Moreno Bonilla está tan atrapado por Vox que es este partido antiandaluz el que está dictándole la política de enterramiento del espíritu de Andalucía. O todo a la vez.