Como lectura desde la izquierda y desde Andalucía, aquí expongo diez ideas y un colorario sobre los resultados electorales en el País Vasco, más allá de la evidencia de que Euskadi presenta desde el comienzo del actual sistema democrático, sustentado sobre la CE del 78, un ecosistema electoral propio, y de que la suma de los nacionalismos soberanistas de derechas (PNV) y de izquierdas (Bildu) representa, tras las elecciones autonómicas del pasado 21A, un récord histórico de 54 representantes en el parlamento de Ajuria Enea sobre un total de 75 posibles.
1. El bipartidismo de régimen representado por PSOE y PP, y su alianza entre élites burguesas u oligárquicas mejora. El pacto PNV-PSOE en Euskadi y PSOE-PNV en España se solidifica. Pedro Sánchez pretenderá consolidar esta legislatura sin avances sociales, feministas o ambientales, reforzando la inversión bélica y la obediencia a los EE.UU, al tiempo que miente discursivamente en los marcos progresistas.
2. Bildu atrapa el voto de Elkarrekin Podemos como voto útil para derrotar al PNV. Las dos experiencias electorales últimas en nacionalidades históricas, Galicia y Euskadi, muestran que cuando las izquierdas soberanistas territoriales reconducen su praxis suavizando su posición independentista reducen el campo de la izquierda con vocación de proyecto de estado. La operación de PRISA en la última semana de campaña, resucitando a ETA, ha evitado que Bildu coja voto del PSE imprescindible para derrotar al PNV. Además ha preparado el terreno de la continuidad del pacto de gobierno PNV/PSE a ojos del electorado español y vasco.
3. Sumar es un azucarillo en disolución, sus resultados en Áraba una ilusión óptica. Como explica Enric Juliana, ha sido CC.OO quien ha facilitado el escaño testimonial en Araba vinculado al PCE. Podemos sigue pagando su modelo orgánico sin estructuración territorial heredero del errejonismo. Los círculos son bucles de humo sin fuerza para la intervención política.
4. PNV y post convergentes (tras la amnistía se verá más claro) tienen dos referentes de estado, PP y PSOE para negociar los intereses de sus respectivas oligarquías a costa de los derechos de todos los pueblos del Estado, incluidos el vasco y el catalán. Ni Bildu ni ERC cuentan con esa ventaja posicional desde la izquierda soberanista. El PSOE y el PP siempre preferirán a los puntales perimetrales de derechas del régimen.
5. ERC y Bildu deberían tener una idea de España y una interlocución de estado que actúe sinérgicamente para avanzar hacia una república federal/confederal consecuencia de un pacto entre pueblos. Está pendiente la renovación del CGPJ y la derogación de la ley mordaza, Pedro Sánchez conduce un tanque de guerra sin más oposición a su belicismo que el de Podemos.
6. Las oligarquías vasca y catalana tienen la misma idea de España que Ayuso, España es Madrid, lo demás territorio de extracción. Les va muy bien así, a ellas y a los poderes económicos y reaccionarios que habitan el interior de la M30. Su negocio está vinculado al BOE y a la capacidad de negociación del PNV y postconvergentes con los poderes del estado representados por PP y PSOE. La burguesía catalana añora el pujolismo, es la razón por la que el candidato del PSC en las elecciones catalanas, Salvador Illa, intenta rehabilitar la figura de Jordi Pujol afirmando que tuvo un papel destacado en el autogobierno.
7. La recuperación del bipardismo monárquico puede darse también en Cataluña en las próximas elecciones del domingo 12 de mayo. Agotado el procés, es probable que ERC sufra en Cataluña el desborde del PSC. Los resultados de Junts son una incógnita pero es evidente que el empresariado catalán prefiere en este momento a Salvador Illa. No parece que la aventura independentista unilateral siga teniendo credibilidad en Cataluña. Veremos.
8. El estado español no es un continuum homogéneo con las excepciones de Galicia, Euskadi y Cataluña. Las identidades culturales son múltiples y las desigualdades y problemáticas autonómicas muy variadas. Miren Canarias estos días utilizando su bandera para revelarse contra un modelo turístico depredador que coloniza el territorio y extrae el capital humano, ambiental y monetario sin contemplaciones.
9. De momento, las izquierdas soberanistas gallega, vasca y catalana no parecen estar interesadas en un referente político plurinacional que trabaje para debilitar la alianza entre élites de sus territorios con el bipartidismo monárquico. Un horizonte republicano, federal y plurinacional, fruto de una alianza entre pueblos requiere de una fuerza verdaderamente federalista con vocación de estado. Ese proyecto común tendría alianzas tácticas diferentes en cada territorio.
10. Avanzar hacia el horizonte republicano, federal y plurinacional, es imposible sin considerar Andalucía como una de las cuatro nacionalidades históricas constitucionales, artículo 2, tres de origen más una, Andalucía por el procedimiento del 151.
Corolario uno. Pese a que el bipartidismo de régimen utilizará los resultados de las elecciones en Euskadi y en Cataluña, estos no van a alterar el escenario de disputa estatal y europeo que se dará en las europeas. La connivencia belicista de la alianza entre el bipartidismo monárquico de régimen y las representaciones políticas de las oligarquías vasca y catalana será evidente. Esa alianza querrá contraponer el feminismo de elite, el de los consejos de administración de las grandes empresas y el de los techos de cristal, con el feminismo de clase, el de las mujeres que sufren todo tipo de violencia y desigualdad, la de género, la salarial y la política. Violencias y desigualdades amplificadas por las desigualdades territoriales, las intraterritoriales y las extraterritoriales.
Publicado en La Voz del Sur