martes, 28 de abril de 2015

Pablo Iglesias detenido por el alcalde de Granada


El alcalde de Granada visitaba una exposición de pintura. Obras realizadas en los Talleres de Mayores de los distintos Centros Cívicos de la ciudad. La exposición se celebraba en el patio central (no hay otro) de la sede central del ayuntamiento de Granada, en la Plaza del Carmen.

Caminaba el alcalde con su habitual campechanía, que ya hace tiempo que no adoba con canapés, por el claustro de la casa bailía cuando de repente topó, a media altura, con el demonio con coleta.

Dudó un instante si pegar telefonazo al concejal de familia, bienestar social e igualdad de oportunidades, o directamente tomar el cuadro bajo el brazo y esconderlo tras los cortinajes de su salón de plenos. La prudencia le llevo al móvil para delegar la actuación censora y de paso echarle un rapapolvo a su concejal encargado de la organización por no estar en lo que hay que estar.

Media hora después el cuadro de Pablo iglesias había sido requisado por agentes de la mismísima policía local de la localidad quienes, no sabiendo que hacer con él, lo abandonaron tras una silla.

Una amiga de la autora, enterada de los hechos, anduvo por todos los rincones del ayuntamiento hasta que encontró a Iglesias agazapado y sonriente tras los dorados y rojos terciopelos de una silla que resultó ser estilo Luis XV. Colocó a Pablo en su sitio y allí permaneció dos días más, uno de ellos domingo, hasta que de nuevo fue detenido y llevado a las dependencias policiales del cuerpo de guardia.

El alcalde y el concejal alegan que retiraron a Pablo Iglesias del patio del ayuntamiento "porque estamos en campaña electoral y no se puede hacer propaganda política en las instituciones." Así que decidieron, con su actuación represora, hacer del cuadro de Toñi García (parada de 46 años, qué casualidad en esta ciudad) la obra pictórica más famosa después de El Cristo de Borja.

Toñi ha declarado que ahora está pintando a Mike Jagger, que espera que al alcalde no le disguste porque ella ya sabe que él no es roquero. Que promete pintarlo a él en cuanto tenga tiempo.

(El fondo de los hechos es cierto, la recreación es mía.)