viernes, 29 de julio de 2016

La cabeza de Rajoy



Rajoy ya camina llevando su propia cabeza bajo el brazo (recordando la original imagen de Septimio de Ilíberis creada por Jorge Fernández Bustos).

Tras las elecciones europeas y la irrupción volcánica de Podemos el sistema régimen del 78 las vio venir.
Cayó el rey A y pasó a ser el rey B para dejar a su vástago en el puesto A. Cayó Rubalcaba, cayeron ministros (Gallardón y Soria) y Esperanzas, cayeron presidentes y expresidentes Valencianos, Andaluces y Catalanes, y cayeron más cosas que no me acuerdo, y se avanzaron al par numerosos procesos judiciales de Bárcenas a Rato, de Puyol a los Eres, de Urdangarín a Púnica, de Gurtel a...

Mientras caían y se arrastraban los unos a los otros y los unos contra los otros, todos se unían contra la amenaza de que la lava volcánica morada fraguase en piedra pómez abrasiva y limpiante.

La lava no llegó al mar y ahora el proceso de enfriamiento es más lento. Es el momento pues de intentar culminar la reconstrucción del régimen, el poder que domina el sistema democrático régimen del 78 lo sabe, lo sabe el IBEX 35 y sus santas alianzas, lo saben.

Lo podemos intuir por dos señales de acción políticas.

Una, el rey Felipe VI no ha querido cargar en sus espaldas la inacción de Mariano Rajoy y ha forzado la visibilidad de su incapacidad ambigua proponiéndole ir a la investidura según al artículo 99 de la CE para intentar formar gobierno. Tomando así distancia con lo que pronto puede ser pasado.

Dos, Ciudadanos, el partido cambiante, se muestra extrañamente inmutable en su posición de abstenerse y no colaborar con el PP y con el PSOE.

Y esto último si que es una señal clara de que los poderes españoles no han dado órdenes a Rivera de que Rajoy gobierne. Deduciríamos que estos poderes, es decir el poder, pretenden entregar la cabeza de Rajoy como última ofrenda a los dioses para permitirles culminar la tercera restauración borbónica.

Que todo cambie para que todo siga igual.

Anda Rajoy ya abrazando su cabeza bajo el brazo. ¿Se le caerá en este tropiezo real, o logrará devolverla a su posición cenital?