viernes, 8 de julio de 2016

La malicia no se paga - de la corrupción mejor ni hablar



Federico Trillo en su embajada del Londres del brexit añora el duro tiempo de levante en el islote de perejil, la cabra de la legión, el manda huevos, los aviones de saldo como el YAK 42 sobrevolando Turquía esparciendo cadáveres de soldados de España y los tiempos en que le telefoneaban de la Casa Blanca para preparar la victoria del imperio en Irak.

Por aquel entonces el actual en funciones era vicepresidente del gobierno de Aznar. La viva prueba de que en España nunca la malicia se paga electoralmente, de la corrupción mejor ni hablar.