martes, 20 de junio de 2017

El tapón catalán y su capuchón de alambre


Revertir las dos últimas reformas laborales (la de Rajoy y la de ZP), abolir la ley mordaza, prohibir las puertas giratorias y otras medidas anticorrupción, recuperar los presupuestos y el empleo público en sanidad y educación, un plan de lucha radical contra todo tipo de pobreza en la que viven un 30% de nuestros y nuestras compatriotas, son acciones de un nuevo poder político posible en España, cuya emergencia está siendo taponada por la cuestión catalana.

El "nuevo PSOE", que no es muy nuevo que digamos, no acaba de dar el paso para entenderse con las fuerzas del cambio agrupadas en Unidos Podemos y buscar una moción de censura que pueda ser exitosa por dos motivos clave.

Uno, en Andalucía el PSOE es más viejo que nunca y tiene un pacto con la ultraderecha ciudadanita, y aquí Sánchez no ganó y la presidenta Díaz va a cavar una trinchera debajo del Despeñaperros durante este més de julio para defenderse del nuevo PSOE.

Y dos, el lastre centralista que inocularon los González-Güerra & Cía sigue dominando el cuerpo físico de este partido que fue el que más se pareció a España hasta que la crisis destruyó el teatral parecido y una nueva generación que emergió el 15M quiso construir su futuro con más democracia, más igualdad y ninguna corrupción. Ese lastre quiere endosárselo Sánchez a los ultras ciudadanitas volviendo a intentar una alianza con ellos en la que Unidos Podemos sea lo más parecido a un convidado de piedra (o a lo mejor no es eso y es pose temporal mientras toma todo lo que puede menos Andalucía, que no parece querer poder).

El tapón catalán tendrá que resolverlo el propio PSOE ahora, pronto, antes de navidad, porque la historia no le va a dar a Sánchez una tercera oportunidad para ser presidente de España, ni una segunda para presidir un PSOE que suponga una parte representativa de la segura nueva España que surgirá de todos estos años de convulsión política y dolor social.

El capuchón de alambre del tapón catalán se llama Susana Díaz (el tapón en sí lo forma una mezcla de fragmentos no miscibles de PP, PDCat, C`s y ERC), alguien tendrá que girar y girar la garrotera lateral.

¿Quién en andalucía facilitará el descorche que de paso a una etapa de recuperación de derechos, dignidades y decencias perdidas? ¿Quién en Andalucía liderará los giros de la garrotera defendiendo que en una España plurinacional Andalucía es nación como la que más por derecho propio?
Ojalá pronto brindemos en Andalucía y Madrid con cava catalán. Será señal de que nos vamos a ocupar de cosas muy importantes para la mayoría de acá y de allá, de poniente y de levante, de norte y de sur.

@MarioOrtega

lunes, 19 de junio de 2017

Bases conceptuales para el acondicionamiento bioclimático de edificaciones y espacios públicos



Este texto es una revisión rápida del capítulo 3 del libro Energías Renovables que publiqué en 1999 en la editorial International Thomson Learning. Está en la actualidad descatalogado.

Escrito en 1998, hace casi 20 años, puede ser ahora útil para comprender porqué los efectos del cambio climático sobre las edificaciones y en nuestras ciudades se notan de manera dramática.

Lo he puesto en PDF para descargar y compartir por si es útil en este momento en que las olas de calor, cada vez más largas y menos episódicas, han coincidido con el calendario escolar, provocando situaciones que afecta a la salud de las y los escolares y a la calidad y objetivos de la educación.

La primera demanda instintiva por parte del alumnado, las familias y el resto de la comunidad educativa es la de aparatos de aire acondicionado para hacer frente al calor en las aulas. Una opción no sólo cara, sino ineficiente desde el punto de vista energético, de alto consumo eléctrico y, dada la procedencia de buena parte de la energía de combustibles fósiles, altamente contaminante y emisora del gas de efecto invernadero CO2. La solución simple no hará más que aumentar el problema aumentando el calentamiento local y global. Desde luego tampoco la solución está en ignorar el problema esperando que el tiempo juegue a favor ni en recomendar abanicos.

La solución, en mi opinión, pasa por incluir la perspectiva bioclimática en la rehabilitación, acondicionamiento y nueva construcción de los centros educativos. El conocimiento está ampliamente desarrollado y las tecnologías de la construcción y de las energías renovables son capaces de otorgar eficiencia y fiabilidad a las actuaciones a realizar.

El contenido de este trabajo, texto e imágenes, que en cuanto pueda mejoraré y ampliaré un poco, puede descargarse, utilizarse y reproducirse siempre que se mencione su procedencia con el título del mismo y el nombre completo de su autor.

Bioclimatismo: Conjunto de técnicas de construcción o rehabilitación de edificios que, teniendo en cuenta el clima del lugar en el que se encuentran, las características del entorno y la funcionalidad de la edificación, contribuyen a mejorar las condiciones climáticas internas en lo que se refiere a temperatura, humedad y ventilación, sin necesidad de consumo energético externo.

Para ello se tienen en cuenta una multiplicidad de factores, técnicas y materiales que actúan fundamentalmente, entre otras variables, sobre la orientación y superficie de la piel y los elementos de las edificaciones, los elementos de sombreo fijos o móviles, la vegetación (las especies, su ubicación y las características de su hoja, peremne o caduca, la relación con fuentes, riegos, aspersores, difusores o masas de agua, los huecos para la ventilación cruzada y sus mecanismos de acción, el tipo y conductividad de aislamientos y otros materiales de los cerramientos exteriores, los materiales y los colores del las superficies y el entorno. Entre otras muchas variables más o menos tecnificadas.


Energías renovables: Todas aquellas tecnologías de generación energética que no consumen como fuente primaria de energía materias primas cuyas reservas están limitadas en la naturaleza. Principalmente para el caso que nos ocupa sistemas de energía solar térmica, fotovoltaica o energía eólica. Los cuales pueden acoplarse en su potencial de generación con el ciclo de uso diario de la edificación o aprovechar la inercia de acumulación calórica tanto para la acumulación de calor como para la producción de refrescamiento.




lunes, 5 de junio de 2017

Por una ley andaluza para el acondicionamiento bioclimático de los centros educativos públicos


Ha saltado a la opinión pública la carta viral de un grupo de niños y niñas del CEIP Pablo VI de Sevilla en la que piden, casi suplican, que pongan aire acondicionado en su colegio porque están pasando mucha calor y esto les afecta al rendimiento escolar. "Las horas se nos hacen inagotables de tanto sufrimiento", dicen. Y terminan con un simpático destacado, "CON ESTA CALOR NO PODEMOS SACAR MATRÍCULA DE HONOR".

El asunto se ha hecho tan viral que la consejera de Educación, Adelaida García de la Calle, intervino públicamente propiendo que la solución pasaba por unos toldos, algo más de aislamiento y un poco de sombra. Bien.

El cambio climático está aquí, en Andalucía, quedándose de lleno. Afecta a la productividad agraria, industrial y del resto de sectores económicos, a la salud ciudadana y a la naturaleza, y a muchas más cosas. A la vida en la comunidad escolar, por supuesto.

Los inviernos son cortos, las primaveras y los otoños repentinos e imprevisibles, los veranos lárgamente tediosos. Las épocas y episodios de calor intenso se solapan con el calendario escolar en periodos mucho más largos y con más horas diarias de calor sofocante.

Los niños piden lo que ven, chismes de aire acondicinado, ante la ocultación tecnológica y académica de otras posibilidades menos dañinas al medio ambiente y muchos más eficientes desde el punto de vista energético y económico. Todo el mundo sabe lo que cuesta, yendo a más, pagar la factura de la luz.

Decenios de falta de atención a la calidad constructiva climática de las edificaciones públicas y privadas, decenios de fiar el confor interno y externo de las edificaciones a “parcheos” posteriores con costosos aparatos de aire acondicionado y calefacción que consumen mucha energía fósil, han acabado por cerrar un círculo asfixiante.

Para afrontar el problema en el ámbito educativo, basta mirar primero a nuestra arquitectura popular y vernácula. Siglos de historia constructiva pueden indicarnos multitud de técnicas pasivas (no consumen energía) para mejorar el ambiente interior en las edificaciones. Mirar la historia de la arquitectura popular andaluza en cada zona, ya de mar, ya de sierra, ya urbana ya rural, e indagar y proponer nuevas soluciones con viejas o nuevas técnicas, combinándolas con el uso de energías renovables, para rehabilitar y mejorar la sensación térmica en nuestrso centros educativos habría de hacerse ley.

Creo que la comunidad educativa, o sea, todo el mundo, deberíamos reclamar una ley, dotada presupuestariamente, de acondicionamiento bioclimático y renovable en los centros educativos públicos. Afectaría al empleo en el sector de la industria y la cosntrucción, a la innovación tecnológica, a la investigación y, como dicen los niños y niñas del CEIP Pablo VI a no agobierse y sacar las notas que "tenemos habitualmente".

@marioortega

domingo, 4 de junio de 2017

El laicismo y la religiosidad popular andaluza no deberían verse contradictorios


No les vamos a dejar, o al menos lo vamos a intentar, el espacio donde se disputan las mayorías a los Trump, las Le Pen, los Grillos, las Merkel, los Macron, o las Santa Teresas May de Turno.

No, no les vamos a dejar el espacio de lo simbólico y lo emocional, sobre el que se construye la forma de ver el mundo. La religiosidad social y popular andaluza, junto con el flamenco visto de manera extensiva, algunos referentes literarios, musicales y artísticos, el mundo jornalero y lo que supuso Al-Andalus, y supone su huella, como primer renacimiento europeo sin el cual es imposible entender el segundo, son, a falta de idioma propio, lo que conforma nuestro propio idioma.

Lo que parece sorprendente, o no, es la beligerancia "laicista" con la que alguna izquierda, que nunca fue de mayorías, como sí lo es el alcalde de Cádiz, se ha tomado el asunto de la medalla a la popular patrona de Cádiz, diosa del pueblo y de la marinería toda, no sólo la militar sobre todo la pesquera.
Qué guerrilla interna ¡dios! Que usa la dialéctica que compartimos de separación iglesia estado, anticoncordato, contra las subvenciones, la exención del IBI, el dinerito a la concertada, contra las inmatriculaciones, etc., etc. etc, contra lo popular.

Miren:

"El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.” Italo Calvino, Las Ciudades Invisibles.

Pues eso, Andalucía ha sabido alentar lo que dentro del catolicismo jerárquico puede ser subvertido popularmente cambiando el sentido clasista del rito religiosos por una explosión callejera de pasión, emoción, compasión y alegría. Cambiar el infierno católico por pueblo. La saeta no se ideó en ningún cónclave obispal, ni la pagó un arzobispo como si fuese un requiem.

Hay que desprenderse de esa idea de izquierda que gusta vivir pontificando en minoría como si entrase al reservado de un restaurante de lujo. Con la mayoría, pero de verdad. Comparar a la Chari con el monstruo del espagueti es un insulto a la inteligencia popular.

La religiosidad popular andaluza no es entrega al catolicismo obispal. Pensar eso es como confundir la pasión por el Real Madrid por amor por Florentino Pérez. Nada que ver, claro.

@marioortega

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