martes, 1 de febrero de 2022

Benidorm Fest, un asunto de mujeres


El resultado del Benidorm Fest ha puesto el foco en cómo se decide quién representa a España en Eurovisión, un método electivo lobbístico que busca apariencia democrática. Siendo importante, lo relevante es que las tres opciones en liza han convertido el evento en un asunto de mujeres. Las gallegas Tanxugueiras y la catalana Rigoberta Bandini han descompuesto con su arte las intenciones del jurado.

Un asunto de mujeres es una película de Claude Chabrol. En la Francia ocupada por los nazis, las mujeres, en condiciones extremas de miseria popular, sostienen la vida. Isabelle Huppert encarna a Marie Latour. Marie ayuda a otras mujeres y a sí misma practicando abortos clandestinos, le cuesta la condena a muerte de la justicia de Vichy, colaboracionista con Hitler.

Cuando mi hija era pequeña vimos esta película con ella, junto con alguna otra como El secreto de Vera Drake. Nunca tuvimos que darle explicaciones para que considerase la importancia para las mujeres de ser libres de decidir sobre su propio cuerpo. Me ha venido a la cabeza el título de la historia de la última mujer guillotinada por la justicia francesa, con el vendaval popular y en redes sociales que ha levantado el resultado del Benidorm Fest.

El Benidorm Fest se ha convertido en un asunto de mujeres. La votación popular y el voto demoscópico, 350 personas, han dado la victoria a Tanxugueiras, el jurado selecto (que no electo), cinco personas chic, se la ha dado Chanel. Rigoberta Bandini ha quedado segunda en el voto del jurado y el popular, y tercera en el voto demoscópico. Cualquiera de las tres opciones podía haber ganado, las tres son merecedoras de la victoria.

La enorme repercusión del asunto demuestra que la sociedad española flota sobre un terreno feminista fértil que hace brotar semillas de feraz empoderamiento femenino. Tanxugueiras tienen la fuerza de las raíces, que hayan llegado hasta ahí, salvadas por el publico, que en su inmensa mayoría no tiene al gallego como lengua materna, demuestra que es posible cooperar y federar frente a competir y concentrar. Sororidad territorial.

Rigoberta Bandini es, desde otro ángulo, el feminismo del cuerpo, el de la libertad de las mujeres, el de la matría (que no necesariamente maternidad) nutricia protectora de la vida, de la cultura y de la especie. Irreverencia y sororidad ecofeminista. Por su parte con Chanel, si nos desprendemos de la mirada patriarcal, no veremos en su “Apenas hago doom, doom / Con mi boom, boom / Y le tengo dando zoom, zoom” sumisión sino empoderamiento, condición necesaria para la sororidad política feminista, una cuestión de poder.

Ni Chanel, ni Rigoberta, ni las Tanxugueiras han reñido entre sí, no han tenido una mala palabra entre ellas, al contrario, se han elogiado y se han respetado. El asunto de mujeres con el que se ha revolucionado el Benidorm Fest demuestra la fuerza subyacente del movimiento feminista que viene pidiendo más cooperación, más sororidad, más igualdad, más democracia. El debate cultural ha trascendido el género, la clase social y la posición política de la gente; si mucha juventud, chavales y chavalas, niños y niñas, lo han seguido y han participado, es posible que no haya que explicarles nunca porqué es tan importante el feminismo

Publicado en La Última Hora Noticias