lunes, 16 de enero de 2023

El Ingreso Mínimo Vital señala Andalucía como colonia interior


La Seguridad Social publicó al final de 2022 los datos relativos al efecto del Ingreso Mínimo Vital sobre el total del Estado y las comunidades autónomas. Andalucía es la gran beneficiada del mismo. Del total de personas beneficiarias en España, 1.542.675, el 31,62% son andaluzas, 487.743. Muy lejos quedan el resto de comunidades autónomas: Comunidad Valenciana 11,82%, Madrid 10%, Cataluña 8,63%, Galicia 4,53%, Euskadi 3,07%. No es solo una cuestión de tamaño poblacional, el IMV en Andalucía alcanza a más de 5% de la población, porcentaje el doble y hasta el triple que el de otras comunidades autónomas. 

Lo que es bueno para las familias y las personas, para las que el IMV es una tabla de salvación, es al tiempo un indicador de que Andalucía es, en relación al resto de España, un territorio colonial. Si en Andalucía hay más personas beneficiarias es por que nuestro paro es de los más altos de la UE, como el resto de indicadores de pobreza y desigualdad. Como explica el historiador Carlos Arenas en su libro Lo andaluz. Historia de un hecho diferencial: "España no se entiende tal como es sin el papel subordinado que lo andaluz ha desempeñado en la construcción histórica del Estado".

Con la irrupción de la pandemia, el grupo Unidas Podemos en el Congreso, con Pablo Iglesias vicepresidente, ariete mediático ante la resistencia del PSOE, logró que desde el Ministerio de Seguridad Social se preparase una propuesta de ingreso vital dirigido a la población con graves dificultades de subsistencia. La pandemia era una bomba de neutrones que amenazaba más a las clases desfavorecidas. La paguita, como llamaron al IMV las tres derechas españolas, en un acto de maldad, salió adelante el 10 de junio de 2020 sin ningún voto en contra, 297 votos a favor y 52 abstenciones de Vox. Fue el primer gran logro de Podemos en el gobierno.

Antes, fuera del gobierno, fue la primera gran subida del SMI en enero de 2019, negociada por Pablo Iglesias frente Pedro Sánchez, para aprobar los presupuestos, tras la moción de censura que sacó a Rajoy de Moncloa, y al PP corrupto de la Gürtel del gobierno de España. Palpables demostraciones de que lo que llaman ruido desde las trincheras enemigas y las naves amigas, es la manera de que el PSOE avance en derechos estructurales para la población. El IMV llegó a los cinco meses de gobierno de coalición, con tres meses de estado de alarma declarado, el SMI sigue subiendo, en el horizonte Podemos prepara la Renta Garantizada, con el objetivo de eliminar la pobreza y la existencia de trabajadores y trabajadoras pobres.

Los datos publicados señalan a Andalucía como gran beneficiada. Debemos deducir de ellos es que los cuidados paliativos son muy importantes, que estos no los aplican gobiernos de derechas, pero también que el IMV no debe ser la justificación para que Andalucía, presionando y proponiendo, no aborde las causas estructurales de su desigualdad territorial. Conformarnos con ser economía colonial, en el mejor de los casos subsidiada, es dejar enquistada la desigualdad, seguir siendo tierra de emigración, ahora cualificada, y de empleos poco remunerados.

Como afirma, Manuel Delgado, catedrático de economía aplicada de la Universidad de Sevilla, “Andalucía, desde 2008 viene perdiendo peso en el PIB dentro del Estado. Porque, básicamente se viene profundizando en las tres actividades que hoy centran su especialización. Turismo, en el que somos los camareros y las kellys; agricultura, en la que la riqueza se la apropian cada vez más las grandes distribuidoras, y la minería, que deja en Andalucía muy poco valor añadido. No se trata de pensar en una economía atrasada sino en una realidad subalterna”. Añadamos la manga ancha para el sector de la construcción, en manos de capital externo, la entrega de los servicios públicos de todo tipo, incluidos sanitarios y educativos, a fondos de inversión con domicilio fiscal radicado fuera de Andalucía, o el expolio del capital bancario andaluz durante los dos últimos decenios. 

Andalucía está en una situación envidiable para absorber inversiones públicas para la industrialización relacionada con la transición ecológica y energética, o eso, o seguir con el modelo de turismo, agricultura, construcción y minería. Nuestra alternativa es ser territorio industrial o seguir siendo territorio colonial. ¿Para qué quiere el PP andaluz, con Juan Manuel Moreno Bonilla al frente, la bandera de Andalucía? ¿Para que sigamos siendo ariete del a por ellos, mientras los nuestros se empobrecen, cierran o se van? ¿Para premiar con bajadas impositivas a las élites parasitarias que siempre ha tenido Andalucía? ¿O para defender los intereses de nuestra tierra que son los intereses de las personas y empresas con raíces andaluzas?