En una de Cantinflas estaban dos de pelea callejera, y va el de los calzones caídos y se mete a separar a los bronquistas. Pero bueno, le dice uno, ¿Y a usted quién le ha dado vela en este entierro?, ¿yo?, responde, “pos de puro entrometido que soy.”
Pues eso, soy un entrometido, un metomentodo. La política es eso, tener interés por lo que afecta a lo colectivo, y por cómo lo colectivo te afecta a ti. Buscar información contrastada, opinar y proponer. Y si llega el caso comprometerse con un proyecto, con unos ideales. Ah, y para eso no hace falta ser especialista en nada, porque todo el mundo es especialista en sus inquietudes e intereses.
La política es en esencia una actividad social. Es verdad, de la política se han apropiado unos pocos poderosos, y unos muchos interesados. Por eso se ve de mala gana. La política está ahora mas mediatizada que nuca, más manipulada que nunca, más enturbiada que nunca. Y eso es lo que interesa, para que tu te alejes, para romper con su esencia. Para que ellos se ocupen de ti sin que tu te ocupes de nada.
Por eso, ser metomentodo, ser entrometido, buscar vínculos de connivencia, pensar políticamente no es aburrido, es emocionante. Pero no lo olvides, pensar políticamente es pensar en lo colectivo, en la polis.
Ahora pensar en la polis es pensar en la cosmópolis y en los que no tiene voz. Tenemos que hacer compatibles nuestros intereses de ahora con los de las generaciones futuras, la naturaleza, los animales. Es una nueva ética, es la ética de la responsabilidad.
Para eso metomentodo.