El Centro Comercial Parque Nevada, en la localidad metropolitana granadina de Armilla, va camino de consolidarse como un monumento a la corrupción urbanística, a las ilegalidades municipales en materia de ordenación del territorio y a la destrucción de la Vega de Granada.
La prensa ha recogido abundantemente por capítulos esta telenovela dedicada a la política real. El Caso Nevada simboliza a gran escala el modelo de gestión municipal clientelar, la falta de garantías procedimentales en la concesión de las licencias, sobre todo cuando detrás de ellas están promotores con gran peso económico, el enriquecimiento vertiginoso, la connivencia de los poderes autonómicos incapaces de frenar los desmanes urbanísticos, la lucha por el poder de los dos partidos mayoritarios; y la hipocresía de IU, mirando muchas veces para otro lado y absteniéndose en el pleno municipal cuando el PGOU se modificó para legalizar a posteriori la licencia de obras, y los "independientes" de IDEA, votando con el PSOE en el pleno de ayuntamiento de Armilla para consolidar la megalomanía de políticos de dudosa cualificación educativo/democrática la primera, y, posteriormente, el concejal de UPyD reuniéndose a escondidas con el promotor Tomas Olivo.
La prensa ha recogido abundantemente por capítulos esta telenovela dedicada a la política real. El Caso Nevada simboliza a gran escala el modelo de gestión municipal clientelar, la falta de garantías procedimentales en la concesión de las licencias, sobre todo cuando detrás de ellas están promotores con gran peso económico, el enriquecimiento vertiginoso, la connivencia de los poderes autonómicos incapaces de frenar los desmanes urbanísticos, la lucha por el poder de los dos partidos mayoritarios; y la hipocresía de IU, mirando muchas veces para otro lado y absteniéndose en el pleno municipal cuando el PGOU se modificó para legalizar a posteriori la licencia de obras, y los "independientes" de IDEA, votando con el PSOE en el pleno de ayuntamiento de Armilla para consolidar la megalomanía de políticos de dudosa cualificación educativo/democrática la primera, y, posteriormente, el concejal de UPyD reuniéndose a escondidas con el promotor Tomas Olivo.
Resumiendo: una licencia otorgada con los informes en contra del secretario, del asesor jurídico y del arquitecto, todos ellos funcionarios municipales del ayuntamiento, y con un informe a favor elaborado en cuatro días por encargo a un agente externo (ya se sabe, quién paga manda). Una trama de dineros investigada por la guardia civil y olvidada en un cajón, un exceso manifiesto de edificabilidad, ocupación de zonas verdes y viales previstos en el PGOU y en el POTAUG; una carencia absoluta de planificación racional del urbanismo y de la actividad comercial; una dimisión del concejal de urbanismo, forzada por los acontecimientos y por la prensa que investigó el crecimiento acelerado de su patrimonio; una retirada del ya exalcalde, y la recolocación del mismo como director de FERMASA (Feria de Muestras de Armilla) primero, a indicación del partido que gobernaba Armilla, la Diputación de Granada y Andalucía, y luego en una importante empresa constructora.
Un promotor, Tomás Olivo, imputado en la operación Malaya, y al que otro centro similar en Roquetas de Mar se le declaró la licencia nula de pleno derecho, aunque ahí está funcionando tras una recogida de firmas del alcalde Popular, ahora presidente de la diputación almeriense, para presionar a la justicia hasta cegarla frente a los desmanes. Justo lo mismo que hizo el ya tabién exalcalde del PSOE de armilla y ex delegado de medio ambiente de la Junta, Gerardo Sánchez. Hablar de bipartidismo en materia de urbanismo en Andalucía es hacer mucha concesión al concepto de diversidad política.
Un promotor, Tomás Olivo, imputado en la operación Malaya, y al que otro centro similar en Roquetas de Mar se le declaró la licencia nula de pleno derecho, aunque ahí está funcionando tras una recogida de firmas del alcalde Popular, ahora presidente de la diputación almeriense, para presionar a la justicia hasta cegarla frente a los desmanes. Justo lo mismo que hizo el ya tabién exalcalde del PSOE de armilla y ex delegado de medio ambiente de la Junta, Gerardo Sánchez. Hablar de bipartidismo en materia de urbanismo en Andalucía es hacer mucha concesión al concepto de diversidad política.
Lo último es chantajear a la sociedad con el empleo que generará este gran Centro Comercial “Parque Nevada”, en una Granada con una tasa de desempleo del 28%. Dicen que cuatro mil empleos directos, y mienten. Un análisis del empleo que genera cualquier gran superficie comercial indica que 150.000 metros cuadrados comerciales concentrados, no ofertan mas de 700 puestos de trabajo. Pero es que además, las pequeñas y medianas empresas que, para competir y seguir subsistiendo, quieran trasladarse al Nevada tendrán que adquirir el metro cuadrado a 3.000 euros, o alquilar caro a la empresa que el promotor creará como intermediaria. Con que las PYMES se dispusieran a comprar la mitad de Parque Nevada, habrían de endeudarse por valor de 250 millones de euros, unos 40 mil millones de las antiguas pesetas, mas el dinero necesario para acondicionar sus locales. Ahí es nada, en tiempos de crisis y de créditos difíciles de obtener.
Recordemos que la fiscalía mantiene imputaciones penales contra el alcalde, el concejal de urbanismo, los concejales que votaron en pleno a favor de la licencia, los autores del informe favorable externo y el propio promotor y propone la demolición.
Los negocios de Armilla se resentirán fuertemente si el Parque Nevada abre, igual que los de Granada y los del resto del área metropolitana. Se seguirá consolidando un modelo comercial que hunde los núcleos urbanos en el vacío, que obliga a coger el coche, que contamina como ninguno y que contribuye al cambio climático de una manera feroz. ¿Es eso lo que quiere la ciudadanía? ¿Es eso lo que usted, lectora o lector quiere?
Desde estas líneas pido responsabilidad social a los políticos, y responsabilidad política a la sociedad. Y sobre todo pido justicia a la justicia.
No al Nevada, no mas mentiras. Parque Nevada demolición.