lunes, 22 de octubre de 2012

La irrupción de Alternativa Galega de Esquerda confirma la potencia electoral de un frente amplio de la izquierda federalista y verde


Editorial 22.10.12 / Galicia y País Vasco han votado. Empezaremos por la mala noticia, el 45,7% del voto gallego da oxígeno al gobierno de Rajoy mediante el boca a boca de Feijó. El PP revalida in crescendo su mayoría absoluta. Desde paralelo 36, nada más que añadir al respecto, sólo lamentarlo, la esperanza gallega se ha esfumado.
La abstención finalmente sólo ha crecido un 0,7% en Galicia y ha bajado un 1,2% en el País Vasco respecto de las elecciones de 2009. No es cierto, como venían clamando todos los medios de comunicación que la abstención haya sido un factor determinante y que refleje ningún hartazgo político. El poder democrático se obtiene con el voto y quienes no votan no cuentan para decidir. Tanto en Galicia como en el País Vasco la diversidad de opciones para votar era alta. En Galicia además con la novedad ideológicamente regeneradora de Alternativa Galega de Esquerda (AGE).

En el País Vasco gobernará el soberanismo moderado del PNV, y tendrá que elegir entre el apoyo de Bildu o el del PSE-EE. La elección no sólo depende de la derecha vasca y será complicado para el PNV decidir entre abrir un frente soberanista con Bildu y plantear el derecho a decidir y la independencia, o esperar mejor ocasión e intentar el apoyo del PSE-EE. Lo cierto es que el País Vasco ha votado libre y democráticamente mayoritariamente por opciones soberanistas.
Tanto en en Galicia como en Euskadi el partido socialista se hunde por encima de sus propias previsiones perdiendo 7 y 9 escaños respectivamente. Unos resultados que sin duda van a provocar una convulsión interna que cuestionará la figura de Rubalcaba, su anclaje al pasado y su oposición light y centralista al gobierno de Rajoy. Tanto estos dos procesos electorales como el Catalán de noviembre han cogido al PSOE a contrapié, muy posiblemente la dinámica de indefinición en materia de modelo de estado, la no asunción beligerante de la necesidad de una reforma constitucional para avanzar a un Estado federal, y su identificación con la última etapa entreguista a los mercados del gobierno de Zapatero, llevará al PSC en las elecciones catalanas a un desplome sin precedentes. Tienen poco tiempo para reaccionar.
Comparativamente las estrategias electorales de IU y EQUO en el País Vasco y en Galicia han dado resultados contrapuestos. Ezquer Batua (IU) ha pagado su fractura en dos y las dos opciones en liza EB-B y Eb-Az se quedan en el 1,53% y 1,05 respectivamente, por su parte EQUO solo alcanza el 1,05, perdiendo las tres opciones la posibilidad de obtener algún escaño en una estrategia unitaria.
En Galicia sin embargo, el éxito de un frente amplio de la izquierda nacionalista, federalista y ecologista queda confirmado con la irrupción arrolladora de Alternativa Gallega de Esquerda, que se sitúa como tercera fuerza política con 9 diputados sobrepasando al BNG que se queda con 7.
La buena noticia es la anunciada sorpresa de AGE en Galicia. En Paralelo 36 Andalucía ya dijimos que la Syriza gallega, representada por AGE era una luz de esperanza para toda la izquierda federal y verde. La alianza de la ANOVA de Xosé Manuel Beiras con Esquerda Unidad Galega, más ecogalleguistas y EQUO ha encendido esa luz, marcando un ejemplo práctico de que es posible disputar la hegemonía electoral desde la izquierda a un PSOE que se derrumba, y ser opción de gobierno derrotando a la derecha a nivel de Estado y de comunidades autónomas con fuerte identidad nacional en futuros procesos electorales. Las encuestas así lo determinan ya para una alianza de Esquerra Unida y Compromís en el País Valenciá que llevaría a esta izquierda antineoliberal a poder gobernar la Generalitat Valenciana.
Desde Paralelo 36 Andalucía, donde conviven y cooperan las posiciones ideológicas de la izquierda social, el andalucismo de izquierdas y la ecología política andaluza, afirmamos que para derrotar al neoliberalismo centralista y nacional católico del Partido Popular es necesario seguir trabajando para alimentar la hegemonía ideológica de la izquierda federalista y verde, confluir con un programa de gobierno posible en una coalición amplia y plural que trascienda los límites electorales de la izquierda actual, que tenga la vocación de disputar el liderazgo a una socialdemocracia liberal que, si no reacciona, entrará en una espiral que dejará huérfano al voto de izquierdas.