Lo que tienen las primarias internas, en un partido clásico, y no ciudadanas, es que las jerarquías se manifiestan, las líneas de poder existen aunque parezcan invisibles. Ya lo dijo Guerra, el que se mueve no sale en la foto. Aún persiste en los genes del PSOE el rescoldo de tan gráfica sentencia.
La temida rebelión militante se ha saldado con un triunfador, Pedro Sánchez, al lado del cual, en términos relativos Madina parecía realmente socialdemócrata y Pérez Tapias socialista bolivariano. El gesto de Sánchez contra Junker pretende limpiar esa imagen socioliberal.
No sabemos hasta cuando aguantará la resistencia al cambio radical en las formas de los partidos que conocemos, cada minuto que pasa, si mantienen el rumbo de no contar con el oxígeno del ambiente exterior, con la gente, es más irreversible su desprestigio. Ya conocen el efecto Podemos. Aire, aire, necesitamos aire.
A Pérez Tapias mis felicitaciones, haber ganado a lo grande en la capital granadina, y ser segundo en la provincia, habrá hecho a más de alguien buscar analgésicos para la sede de Torre de la Pólvora.
Y, que no se me olvide, antier noche Carlos entró en la cárcel como represaliado político por una justicia injusta. Mientras, los guantes blancos siguen tomando langosta como si nada pasara. Pasará.