El Parapanda Folk, que se celebra año tras año en Íllora, es un festival declarado de interés turístico de Andalucía, con enorme éxito de visitantes y con un repertorio de artistas internacional, andaluz y plurinacional español digno de elogio.
Pero es mucho más que eso, es un símbolo de cultura y respeto, un símbolo donde se expresa la diversidad de la creación humana cualquiera que sea el pueblo en el que emerge.
Eso es lo que está destruyendo la actitud caciquil de la Diputación Granadina, eliminando su apoyo económico, porque a los PepePandas no les ha gustado el cartel del Parapanda.
Lo que no les gusta del cartel es que una flauta travesera la apriete un puño, ni que los dedos de ese puño tengan tres colores, el rojo, el amarillo anaranjado y el morado.
Los gobiernos del PP anulan todo lo que no es el uno y el todo para ellos. Los gobiernos del PP, estén donde estén, no respetan que en otros lugares y otras instituciones elegidas por sus vecinos y vecinas no sean dependientes de su ideología extrema.
Yo veo en el cartel alegría, colorido, creatividad, acogimiento de pueblos distintos y roce entre sus culturas. Todo lo que no gusta a los de una y grande y libre, así son y por eso no me gustan.
Entre Parapandas y PepePandas la elección es bien sencilla.
