Un estudio de un grupo de investigación de la Universidad de Granada en colaboración con el CSIC ha descubierto que los posos del café, además de servir para adivinar el futuro, tienen sustancias con quinientas veces más propiedades antioxidantes que la vitamina C.
Futuros estudios derivados podrían determinar que los posos del café sirven para regenerar el oxidado sistema democrático que vivimos. Chirría a diario el óxido de todos los ejes y engranajes de las instituciones, chirrían los partidos, los gobiernos, los cuerpos policiales y el mismísimo y sacrosanto sistema judicial. Va a ser que en lugar de tres en uno habrá que recetar cucharaditas de zurrapas.
Entre tanto la ciencia actúa, los videntes de la política miramos en los posos, en las entrañas de las aves, en las bolas de cristal y en el fondo de la sopa de los medios de comunicación para intentar prever el futuro.
A Podemos le gusta la música de Susana Díaz pero echa de menos la letra escrita y firmada del compromiso, a Ciudadanos le gusta la letra de los puntos anticorrupción pero pide más música orquestal, a IU ni la letra ni la música, la primera por que ya le fracasó en su pacto y la segunda porque fue música de fin de fiesta la de su expulsión del gobierno. ¿Y al PP?, al PP no le gusta ni la letra ni la música ni el salón de baile.
La proto investida Susana Díaz pretende contentar a todo el mundo con su música, pero en política la mejor manera de no contentar a nadie es intentar contentar a todo el mundo. De modo que de momento nadie quiere bailar con ella ni separao ni agarrao.
Buscando la estabilidad convocó elecciones, y de ellas salió una matemática parlamentaria bien complicada.
