miércoles, 10 de junio de 2015

'Habremus' presidenta


Cada herramienta tiene su función, la función hace al órgano decía Darwin. Ciudadanos ha acordado decir Sí a la investidura de Susana Díaz haciendo la función para la que se creó. No es destornillador, no es martillo, ni llave inglesa, es puntal.


El puntal apuntalará en cada sitio lo que sea capaz de aguantar, al PSOE aquí en Andalucía, y al PP en Madrid, porque el grosor y longitud electoral del puntal se adecua al edificio apuntalable.

Usted pude estar a favor o en contra, criticar los acuerdos o no, pero lo cierto es que la democracia para ser, ha de ser así, cada partido ha de saber darle utilidad a la función para la que fue creado.

Ustedes que me oyen los miércoles imaginarán que a mi no me gusta mucho este acuerdo de investidura, pero no por PSOE sí o PSOE no, ni por Susana sí o Susana no. No hay nada personal ni antipático en mi crítica.

En el acuerdo de investidura andaluz observo que Rivera viene con una manera de pescar que aquí ya sabemos que no funciona. No hay novedades de fondo para actuar sobre una economía maltrecha que lo que necesita es cambiar de raíz para generar empleo decente, veo cosmética, alguna muy impactante: limitación de mandatos, reforma de ley electoral y partidos, y cargos con responsabilidad civil y penal subsidiaria. Bien.

Pero es que el problema fundamental de Andalucía es el desempleo, cosa que no lo va a arreglar la otra cosmética del emprendimiento, el mecenazgo o la ventanilla única.

O hay cambio de modelo productivo real, social y ecológicamente sostenible, o de donde no hay no se puede sacar, máxime si se pretende limitar con este acuerdo los recursos financieros de la Junta de Andalucía recortando nuestro tramo del IRPF.

Me despido recordando a quienes no llegaron a acuerdos que “si nacieron pa martillo del cielo le caen los clavos”, espero que los aprovechen para reforzar su barco y no se los hinquen en el pié.