Frente a la economía extractiva, la que destruye, vende, y olvida, necesitamos una economía productiva la que protege, produce e innova. Proteger y cuidar nuestros entornos agrarios y naturales, nuestro territorio y señas de identidad es el único futuro posible. El legado del pasado es precisamente por lo que hemos vuelto a batir récord de turistas este puente.
Proteger la vega, dinamizar su producción agro ganadera, sus valores culturales, medioambientales y turísticos, crear su marca de calidad agro ecológica, ayudar a la industria alimentaria local, cambiar el modelo de movilidad metropolitano, fortalecer las relaciones de comercialización y consumo en proximidad es crear un tejido económico resistente a las crisis y avatares externos, conectado al sol de Andalucía, al agua de Sierra Nevada y a nuestra historia cultural ancestral.
Por primera vez la Junta parece tomarse en serio la vega de Granada. El mérito es de quienes en los tiempos del celofán brillante del ladrillo, la hipoteca y el coche tuneado supieron defender lo único que nos da de comer de verdad, el campo.
Espero que el modelo de la vega se haga bien, tenga éxito y pueda imitarse en todos los espacios singulares agrarios de Andalucía.