Contaba la pasada semana Magdalena Trillo, subdirectora del grupo de comunicación andaluz Joly y directora de la cabecera Granada Hoy, en su columna dominical que el vicepresidente andaluz, Juan Marín, y el alcalde de Granada, Luis Salvador, ambos de Ciudadanos después de un periplo de militancias y cargos, el primero Alianza Popular, Partido Andalucista e Independientes de Sanlúcar, y el segundo PSOE y Ciudadanos, a la vista de la reducción del espacio ciudadanista, preparan su desembarco en el PP con una eventual propuesta de coalición Andalucía Suma, y si no es posible por negativa de Arrimadas, saltando del chinchorrito en que va a quedar reducido Ciudadanos en Andalucía al buque que conserva el PP remolcado por Vox.
La periodista Trillo no se juega su prestigio a un bulo o un cuchicheo, los movimientos políticos que alude están amparados por hechos. Se prepara una movida de liquidación de Ciudadanos en territorio andaluz absorbiendo al vicepresidente autonómico y al único alcalde de capital en territorio español.
El caso es que gracias a los resultados desde 2015 en elecciones estatales, que han impedido que el PSOE sume mayoría con Ciudadanos sin el consentimiento de Unidas Podemos, el partido deseado por el presidente del Banco Sabadell está condenado a disolverse en su espacio matriz, el PP. No se entiende así que sectores del PSOE, e incluso Pedro Sánchez, insistan en llegar a acuerdos con Ciudadanos a pesar de que cogobierne con el PP gracias a Vox en Andalucía, Madrid y Murcia.
La supuesta estrategia trasversal de Sánchez buscando a Ciudadanos no le sirve al PSOE ni para ganar los votos indecisos liberales de ciudadanos, que acabarán refugiados en el PP, como pinta que harán Juan Marín y Luis Salvador, ni para sujetar el voto progresista por su izquierda que volvería a Unidas Podemos, donde estuvo en 2015 y 2016. O en su relación con la izquierda y la plurinacionalidad Pedro Sánchez no es fiable, o la parte del PSOE liderada por Lambán, Pagé y Vara con Díaz de comparsa es fuerte, o no se comprende el empeño en Ciudadanos. Sánchez debería recordar que la causa de que se perdiese Andalucía fue la deriva ciudadanista y del “a por ellos” de la todavía secretaria general andaluza, Susana Díaz.
Los resultados de las próximas elecciones catalanas podrían confirmar los augures andaluces. Ciudadanos está entrando en vía muerta. Su fundador Albert Ribera está ya de hecho contratado por el PP. La táctica de Unidas Podemos de ser gobierno y al tiempo presionar desde fuera cuando la parte gubernamental del PSOE se opone a avances pactados, imprescindibles para mejorar la vida de la gente, es un freno al PSOE para que no abra la puerta a las derechas alimentando a Ciudadanos, y un catalizador para conseguir avances para la democracia y para las mayorías sociales.