Me centraré en la bicicleta, incomparable con cualquier otro vehículo a motor carbónico o eléctrico. Podría decir que la bicicleta es históricamente la gran olvidada en Granada, pero ya, pasados los años y pensando en la XXIV Marcha en Bici – Granada al Pedal – Vía Libre al Tranvía – mejor en Bici que se celebrará el domingo 19, en realidad diré que no hay olvido sino hostilidad. ¿Tendrá que ver con cierto sustrato reaccionario dominante que bloquea el progreso en bici como en otros campos del conocimiento o la cultura? La bicicleta en Granada se abre paso a duras penas, como tituló Carlos Cano su LP originario.
La bicicleta no contamina ni emite gases de efecto invernadero, luego es de tremenda utilidad para paliar la famosa contaminación atmosférica granadina y para luchar contra el cambio climático. Se trata de proteger y cuidar el planeta. La bicicleta no hace ruido, así que reduce el malestar y la agresividad, individual o colectiva. La bicicleta fomenta la salud individual. Si cuidar nuestra salud, la de la ciudad y la del planeta reduciendo la presión sobre el sistema sanitario, y el gasto en el, no es importante, ¿qué lo es en materia de movilidad?
Granada es una ciudad hostil para la bicicleta a pedales. Un error considerarla de igual a igual con vehículos eléctricos, sean bicis eléctricas o vehículos de movilidad personal (patinetes con batería). Ni por bondad ambiental ni para la salud, mucho menos por la velocidad alcanzable (salvo quizá ciclistas deportivos), puede compararse un vehículo a motor con un vehículo exclusivo a pedales.
A Granada debería llegarle ya la hora de la bicicleta. Espero, de un gobierno municipal y su alcalde que se preocupen menos por la foto y mucho por cambiar la realidad de la maligna movilidad granadina. Un gobierno y un alcalde activos y pedagógicos en lugar de pasivos y al ritmo de inercias pasadas, aquellas que del hito fotográfico de un exalcalde, imputado, recién ganadas las elecciones, fotografiado con una piqueta mecánica destruyendo un carril bici con pocos meses de vida. Año 2007.
La política de poder granadina si quiere ser sostenible debe comprometerse a cosas concretas con fecha. La fecha para la transformación saludable de la ciudad no puede ser 203040, se sabe mucho sobre movilidad, los ejemplos exitosos mundiales son abundantes, es preciso actuar ya. No vale ir a la foto y si te he visto no me acuerdo, como siempre. Se necesitan espacios seguros para las bicicletas en Ronda, Gran Vía, Constitución, Severo Ochoa, etc., que no compitan ni con los motores ni con los peatones. No hay que mezclar en ordenanzas bicicletas a pedal con vehículos carbónicos o eléctricos. La atención preferente de los agentes de movilidad debe estar en impedir la superación de la velocidad permitida a los motores, que son los que provocan los accidentes graves y ocupan espacios peatonales y doble fila de manera abusiva. La ciudad de las bicis habría de ser una ciudad para las personas mayores, los niños y las niñas, o sea, la ciudad para todos y todas como dejó escrito Francesco Tonucci hace ya bastante tiempo.
Publicado en El Independiente de Granada el 10 de septiembre de 2021