Avanzado el siglo XVI, Montaigne publicó el texto de su amigo Étienne de la Boétie “Discurso de la servidumbre voluntaria”. Mantenía el autor la tesis de que para ser libres lo más necesario es un acto de voluntad, querer serlo. Desde entonces hasta la actualidad, hemos pasado por la revolución francesa, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las constituciones liberales de los Estados Unidos de América, la Europa Comunitaria y más.
El derecho a la libertad de expresión es un derecho fundamental, tiene una de las más fuertes connotaciones colectivas, porque "es hablando como se entiende la gente."
Desde la ecología política miramos ese derecho, por utilizar una expresión de Edgar Morín, desde una perspectiva dialógica. Esto es, en su propia esencia está el ser y el no ser.