miércoles, 17 de septiembre de 2014

Pero no se olviden del cambio climático

Advierten de nuevo las gentes de ciencia que avanzamos inexorablemente a un mundo demasiado caliente. Caliente, caliente. Lluvias torrenciales, sequías severas, cosechas bajo mínimos, aguas escasas para la agricultura, lo saben ya los agricultores de la costa tropical que reclaman con la boca seca las tuberías de la presa de Rules.

Los veranos largos, los inviernos cortos, las primaveras y otoños confundidos. ¿No lo estamos viviendo, viendo ya?


Sabemos que la gente sufre por la falta de empleo, por la precariedad, por la vivienda y la hipoteca, por la austeridad que nos imponen, pero si no actuamos, si nuestros gobiernos locales y globales no actúan sufriremos más con un planeta que ya sufre bastante.

La clave de la lucha contra el cambio climático es el vector energético. Cambiar el modelo productivo pasa por cambiar el modelo energético. Mejorar la salud y la movilidad de nuestras ciudades pasa por eliminar combustibles y promover lo colectivo, las bicis, las peatonalizaciones, el tranvía. Crear empleo y riqueza pasa por transformar la agricultura hacia la agroecología. Mantener vivo el sector de la construcción pasa por el bioclimatismo, la rehabilitación energética y las energías renovables.

Los y las ecologistas lo sabíamos hace años; esto es ciencia señoras y señores, así que seguiremos insistiendo. Luchar contra la crisis y salir de ella pasa por más democracia y menos cambio climático.

Lo diré al estilo Forges: “Pero no se olviden del cambio climático.”

Vengan el domingo a las 12:30 con su bici a la Fuente de las Batalla y apoyen la movilización mundial, necesitamos muchos corazones latiendo con la madre tierra.