domingo, 29 de enero de 2017

Por nuestra soberanía energética. Andalucía fotovoltaica.


Cuando hoy, quienes creemos en una humanidad con derechos humanos, hablamos de soberanías, no estamos hablando, desde luego, de reforzar fronteras o construir muros.


La soberanía energética es crucial para España, y en ese concepto está tanto el control público y gubernamental del sistema energético, como el desarrollo de las renovables al máximo posible.

"Este país necesita una fuerza política que diga la verdad y en estos días y en estos tiempos se están revelando muchas verdades que hay que señalar sin tener miedo a los reproches y a los insultos de los amos del poder. Como decía hace poco García Linera, la Globalización ha revelado sus límites y hay que decir a las claras que sin soberanía no hay democracia." Pablo Iglesias en Control Público de las Eléctricas.

El daño que la política energética de los gobiernos de Rajoy está haciendo a España aumenta exponencialmente cuando nos referimos a Andalucía. Es evidente que nuestro potencial solar y eólico convertiría a Andalucía en exportadora de energía renovable, de ciencia y de tecnología aplicada, con el consiguiente impacto sobre el empleo y el PIB, a poco que se rompan las cadenas políticas que nos imponen el actual modelo energético y la relación de fuerzas que construyen el poder de España y sus asimetrías territoriales.

El gobierno andaluz debería utilizar todos los instrumentos políticos y legales a su alcance para desconectar Andalucía de los combustibles fósiles, pero para ello ha de desconectarse primero de la sumisión al gobierno de Madrid. Hoy día no sólo es tecnológicamente posible, es ya más barata la energía eólica de gran escala y la fotovoltaica en cualquier escala que la eletricidad procedente de centrales térmicas o de ciclo combinado.


El precio del watio fotovoltaico instalado a mediana y pequeña escala está en el entorno de 1 € y bajando. Liberar el auto consumo de las barreras de entrada legales (aranceles al sol), y obligar a las eléctricas a aceptar la conexión a red sin trabas, supondría una revolución energética en España, en Andalucía el potencial de desconexión del petróleo, el carbón y el gas sería brutal.

Está muy bien que Podemos Andalucía presente una proposición de Ley para el reconocimiento del 4D como Día de la Memoria, es perfecto, reconoce nuestra identidad política y cultural conmemorando el día que la ganamos en la calle. Además es preciso traducir la demanda de reconocimiento político en términos de soberanía real, y qué mejor forma que buscar nuestra independencia energética a través de los recursos que más disponemos, el sol y el viento y otras fuentes renovables.

(De aquí a este próximo 28F - Día de Andalucía escribiré más sobre ésta y otras soberanías necesarias).


¿Para qué sirve la conciencia compartida en un territorio de un pasado y un futuro en común, si no es para mejorar la vida de quienes vivimos en él, respetar y proteger su naturaleza, su geografía y su vida, y rendir aprecio al patrimonio cultural e histórico?

Cuando hoy, quienes creemos en una humanidad con derechos humanos, hablamos de soberanías, no estamos hablando, desde luego, de reforzar fronteras o construir muros.