En Grecia la campaña electoral toca a su fin, el domingo 17 se vota. La suerte está echada. Allí la mayor parte de los sondeos dan por triunfadora a Syriza, pero la incertidumbre está sobre el tapete. La mayoría de la prensa externa habla de casi empate entre la derecha de Nueva Democracia y Syriza (acrónimo de Izquierda Radical y otros partidos integrados en el partido Syriza.)
Prácticamente toda la prensa europea habla de esta nueva izquierda griega como de ultra izquierda o de extrema izquierda, pero eso no es verdad. Radical viene de raíz, y en política significa proponer cambios institucionales profundos. En este caso democráticos de izquierdas. Otorgar al pueblo griego el control de su futuro. Es lo que estamos promoviendo en Paralelo 36, véase esta editorial y véase este llamamiento. No hay nada como un bajo salario (PIB) y una buena hipoteca (memorandum) para hurtar la libertad y el futuro a un pueblo.
No insistiremos en como se ha llegado a destruir por completo la dignidad del pueblo griego con la invasión de facto de sus instituciones políticas a través del memorandum impuesto por el exeje Merkel/Sarkozy, consecuencia de la brutal acometida neoliberal. El hundimiento electoral de la socialdemocracia griega, PASOK, así lo demuestra.
Lo que ha ocurrido allí es lo que va a ocurrir en España, si no se cambia la arquitectura institucional europea. En Andalucía ya ha comenzado, 600.000 personas viven bajo el umbral de la pobreza, el 25% de las familias andaluzas tienen a todos su miembros en paro. Pensarlo y escribirlo produce mucha rabia.
Resulta irónico que el principal aliado de Rajoy en Europa sea ahora el socialdemócrata Hollande. Sabedor, nuestro presidente español que, si todo sigue según el guión escrito por el FMI, el BCE y la CE, tendrá que cambiar las tijeras por una sierra mecánica, mucho más violento y de manejo muy peligroso. La gente está muy quemada y en un mal gesto del presidente puede hacerse daño en su propio cuello.
Cuando yo era jovencito, ante situaciones de duda e incertidumbre, cuya resolución podía ser dramática, mi padre me decía, niño: ¡reza lo que sepas! Bien sabía que yo no me sabía ni el padre nuestro. Mucho menos el credo. Lo que sí me sabía y de memoria, lo digo en mi descargo J, era la tabla periódica de los elementos con tierras raras incluidas. Cerio, Praseodimio, Neodimio, Prometio, Samario, Europio, Gadolinio, Terbio, Diprosio, Holmio, Erbio, Tulio, Iterbio y Lutecio (ahí es ná, todavía me acuerdo y del tirón.)
Pues eso, deseamos que en Grecia gane las elecciones Syriza, que luego pueda formar gobierno, que luego plante cara en Europa a la banca alemana (propietaria mayoritariamente de su deuda y la nuestra) por el mecanismo interpuesto de Merkel, y que luego defienda una Europa federal muy muy democrática. Y que luego la izquierda gane más elecciones en otros sitios, y que luego defendamos una Constitución Europea que sea nuestra patria, o como a mis compañeras y compañeros de Paralelo 36 gusta decir, nuestra matria común.