Las manifestaciones que ayer se celebraron en toda España y que fueron masivas en Andalucía, suponen un punto de no retorno en la lucha por la defensa y recuperación de los derechos socioeconómicos, por la calidad y extensión universal de los servicios públicos de educación, sanidad, apoyo a la dependencia, entre otros muchos derechos amenazados por los dueños del poder financiero y la derecha nacional-católica neocoms que gobierna el Estado.
Hace un año las grandes manifestaciones convocadas por Democracia Real Ya supusieron un resurgimiento de la conciencia política. El 15M activó el pensamiento crítico que estaba dormido en los laureles del consumismo desaforado, hasta que llegaron los primeros síntomas del malestar ciudadano. Uno de los principales el crecimiento de la tasa de paro, especialmente la juvenil, hasta cotas insultantes, otro la sensación generalizada, por causas reales, de un Estado donde la corrupción viajaba por todas las alcantarillas del poder, y otro la fractura del vínculo entre el poder político institucional y la democracia.
Ayer el pueblo andaluz salío a la calle. Toda la base social de las izquierdas andaluzas connivió, por primera vez en muchos años, con la unidad sindical y el sindicalismo de clase, recuperando la memoria del 4 de diciembre del 77 y el 28 de febrero del 8o, y exhalando un aliento de esperanza para la consecución de un futuro digno. Un ejemplo práctico de que la acción unitaria concertada genera una fuerza social reivindicativa muy superior que la que generan los actores sociopolíticos por separado.
Ayer en los discursos de los líderes y lideresas sindicales, no faltó la didáctica política, agradecieron a todas las organizaciones sindicales, sociales y ciudadanas (más de 70) el esfuerzo por la unidad de acción, reivindicaron la Política, dijeron que no todos y todas las políticas son iguales, agradecieron la presencia de personas con afiliación política en las manifestaciones, recuperaron el valor de la conciencia de clase cuando lo que está en juego es la propia esencia de la democracia, reivindicaron el internacionalismo obrero a un tiempo que fijaron la acción contundente en el espacio político andaluz.
No se les escapó a los sindicatos la defensa de los mayoritarios valores progresistas en Andalucía, e hicieron un llamamiento al gobierno andaluz a plantar cara a la derecha centralista, un mandato que arranca de los resultados electorales del 25M.
Todo esto supone un punto de inflexión relevante respecto de movilizaciones anteriores. La ciudadanía andaluza va a recuperar en la calle el valor de la Política para forzar la imprescindible regeneración democrática e institucional, para presionar como pueblo a quienes nos están llevando al pasado más negro e insolidario.
Las manifestaciones de ayer terminaron en toda Andalucía cantando nuestro himno y cantando la internacional, todo un símbolo de los que nos resume como pueblo: “Andalucía por España y la humanidad.”
Foto de Miguel Rodríguez publicada en Granada Hoy
EDITORIAL publicada en Paralelo 36 Andalucía