Radio Granada, 16_03_2014 | Buenas tardes Rafa, bueno, para un metomentodo verde como yo, los temas se amontonan. Fijate que hoy sabemos que en Granada se venden ya el doble de bicis que de coches. Sea por la crisis o no, bienvenidas, porque llegan para quedarse. Otro día le entraré al asunto.
Hoy el título de esta lectura es:
El topo y las ardillas
El sábado vi a Francisco Cuenca, Paco Cuenca, en la exitosa manifestación por el soterramiento de la entrada del ferrocarril por la Chana. Es normal que políticas y políticos estén con la gente. ¿Dónde deben estar si no?
@marioortega
Yo estaba allí, no porque defienda el AVE, que siempre me pareció una obra costosa e inútil, un tren pa ricos, para ahorrar 10 minutos a Madrid. Yo defiendo lo que la gente usa a diario, las cercanías y la proximidad, en fin, las cosas del día a día.
Pero en este asunto es evidente que el alcalde juega con Granada. Nuestro alcalde topo, defensor de todo lo soterrado y más, túneles y pasadizos, para dejar por arriba viales con escasos árboles para la contaminación del automóvil, nuestro alcalde, digo, amante de las trincheras de la confrontación, no defiende el único soterramiento que es imprescindible para Granada, no sólo para La Chana, el de la entrada del ferrocarril hasta Ronda y Andaluces. Nuestro alcalde se pliega a la corte de Rajoy y sabemos bien porqué. Los súbditos son así.
Tanto andar de topo retrasando y encareciendo proyectos de movilidad, para ahora querer convertirse en ardilla. Pero no cuela.
No cuela, como no colaba lo de que dos euros de la entrada de la Alhambra se fuesen sin más a rehabilitar el Albayzín. ¿Alguien cree que a este alcalde nuestro le interesa lo que hicieron los árabes en Granada? ¿Ese que es el monumento más visitado de su España? No, lo que le interesa al alcalde es la confrontación artificiosa.
Pero he aquí, que le salió, respondón, y lo menciono por segunda vez y no es normal en mi, que tanta caña también le he dado, Paco Cuenca.
La contra oferta es, en mi opinión estupenda. Vale, dice el portavoz municipal de PSOE, dos euros de la Alhambra y lo que acordemos de la Catedral, de la Cartuja, de los hoteles de 5 estrellas. Un plan global. Y no solo para el Albayzín, también para otros barrios históricos, a lo que yo hubiese añadido, y para el apoyo a la cultura y las infraestructuras culturales existentes, o por hacer, en el resto de barrios.
Una propuesta local que tiene el carácter, como nos gusta a los ecologistas de universal, una propuesta que debería, creo, convertirse en ley andaluza de gestión del patrimonio histórico y cultural, o algo así.
Hay ideas y hay proyectos y hay necesidades y hay gente. Granada, Andalucía, pueden hacer de la cultura y el patrimonio una de sus estrategias de empleo. Pero para eso hacen falta menos topos y más ardillas.
