Nuestro alcalde está dejando buena escuela. Su concejal de urbanismo, Isabel Nieto, vuelve a la carga con el metro poniendo sobre la mesa la necesidad de un nuevo convenio con la Junta de Andalucía.
Lo que pasa es que tanto han montado con soterramientos y desvíos que ahora no quieren pagar su parte.
Desde que el PP gobierna Granada, ya casi 12 años, ha usado la movilidad de personas como elemento de confrontación. Recordemos ese alcalde con espiocha mecánica destruyendo el carril bici de la avenida Dílar. Pasará a la historia como el primer alcalde de Europa, o del mundo, en destruir carriles bici silenciosos eficaces y no contaminantes.
Su alumna de urbanismo recoge el testigo para seguir enturbiando las obras del metro, después de conflictos artificiales, inútiles y costosos para los granadinos y granadinas. Que si por aquí o por allá, que sí por abajo como en Madrid, cuando ya ni en Madrid, que si yo no pongo pero exijo.
Aunque hay culpas compartidas, la principal, la principal de que no tengamos metro y llevemos años de obras es de quienes han puesto la LAC, para que lleguemos siempre después.
Lo dicho, hay caprichos que nos quitan bienestar público, como el de entregar la gestión de los residuos a la Diputación para que ésta a su vez la privatice una vez que nos cobren a lo grande y sin mejoras.
Ustedes verán si quieren aguantar caprichos 12 años más.