Le llaman socialismo del siglo XXI, en ese marketing no es difícil entrever pautas del viejo socialismo que la socialdemocracia asumió hasta que llegó el capitalismo financiero.
Yo preferiría que comenzásemos a hablar de ecosocialismo, pero esto parece ahora imposible, es la democracia la que está en juego, y sin ella ninguna paz es posible. Ahora las etiquetas no importan, las ideologías se difuminan y las utopías pierden las referencias. Así son las cosas.
No dudéis que una vez resuelto el problema de la corrupción y la política basura, una vez ganada una democracia mejor y mayor, habrá que ver cómo se afronta la cuestión central en la economía: Producir para vivir o matar para consumir.
Ahí no va a haber populismo que valga, o entra la ciencia o vence la sinrazón.