Sebastián Pérez que, a falta de obras mayores, gusta fotografiarse en rotondas y rotondillas, se ha ido a Órgiva con su corte real para comenzar el vapuleo electoral ante las municipales del próximo año. Pérez anuncia batalla electoral.
Dice Pérez que democracia es que gobierne la lista más votada; y no, democracia es debatir desde todas las perspectivas, conformar opinión libre y votar lo que te plazca. Una vez hecha la fotografía social de voto, que gobiernen mayorías que tengan capacidad de consenso, de comprensión de las diferencias y de evitar daños colaterales. La sociedad es diversa y compleja, las normas de los juegos de poder no deben dejar que minorías compactas aplasten a las mayorías plurales.
Lo que propone el Partido Popular son relaciones electorales de vasallaje entre quienes quieren pensar y elegir libremente y quienes sólo aceptan el ordeno y mando.
Con el gobierno absolutista de España y el de Granada padecemos de apisonadora. Pérez quiere mantener viva la apisonadora sin alcanzar más de la mitad de los votos o más del 25% del electorado si tenemos en cuenta la abstención media.
A falta de alcalde de Granada, Sebastián, desde su atalaya de la Diputación, se sitúa a la vanguardia de la consigna que inundará septiembre, es una prueba más de que desea desplazar a Torres Hurtado como candidato a la alcaldía de Granada.
Lo que quiere es salvar sus cargos, sus sueldos mayúsculos y sus coches oficiales sin ganar la mayoría social. No les dejemos.
