Como infames son las declaraciones de ayer en Granada de la presidenta andaluza diciendo con Andalucía "no se juega" porque sus ciudadanos salieron a la calle en 1977 para defender su "amor profundo" a España.
Andalucía se manifestó para demandar ser como la que más, vinculando nuestra conciencia de pueblo con los derechos y la dignidad de las clases populares. Eso es lo que ocurrió y eso es lo que el PSOE ha enterrado para que el león andaluz dormido no despierte. Pablo Iglesias le tiró al león de las orejas el otro día en el debate decisivo, y todos los poderes fácticos de España y de las derechas nacionalistas se han echado a temblar.
Esta es la cláusula puesta en la CE del 78 para que no pudiéramos, pero pudimos:
"CE 151.1 No será preciso dejar transcurrir el plazo de cinco años, a que se refiere el apartado 2 del artículo 148, cuando la iniciativa del proceso autonómico sea acordada dentro del plazo del artículo 143.2 (seis meses), además de por las Diputaciones o los órganos interinsulares correspondientes, por las tres cuartas partes de los municipios de cada una de las provincias afectadas que representen, al menos, la mayoría del censo electoral de cada una de ellas y dicha iniciativa sea ratificada mediante referéndum por el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia en los términos que establezca una ley orgánica."