Tras las elecciones plesbicitarias catalanas, que perdió el independentismo de Convergencia, ERC y CUP por votos, pero ganó en diputados, nos merendamos ayer con la noticia de la imputación de Artur Mas por parte el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que en realidad es una sucursal del TSJ, a propuesta de la Fiscalía de Cataluña, que en realidad es una sucursal de la Fiscalía General del Estado, o séase de Rajoy.
A la vista está que la máquina de hacer independentistas catalanes del PP no va a parar hasta que consiga la independencia de Cataluña por declaración unilateral o porque el resto de ciudadanos digamos, ya cansados, váyanse y vuelvan si us plau cuando echemos a Rajoy.
Pretende el Partido Popular, en simetría con lo ocurrido en Cataluña, convertir las próximas elecciones generales en un plebiscito español sobre la independencia de la tierra de la Moreneta. Puro interés partidista y ningún interés de Estado.
Con este escenario antidialogante centralista y nacional español perdemos todos, porque los debates de estas próximas elecciones generales olvidarán las mentiras del PP, los recortes drásticos, los indicadores de pobreza y desigualdad, el hambre infantil, los recortes en sanidad, las imposiciones en educación y el bloqueo a las energías renovables, elemental para la transformación necesaria del modelo productivo, y todos los recursos al Constitucional cada vez que aquí en Andalucía se nos ocurre intentar salir de la crisis con el menor daño posible, por hablar de lo más gordo.
Con este escenario antidialogante centralista y nacional español perdemos todos, porque los debates de estas próximas elecciones generales olvidarán las mentiras del PP, los recortes drásticos, los indicadores de pobreza y desigualdad, el hambre infantil, los recortes en sanidad, las imposiciones en educación y el bloqueo a las energías renovables, elemental para la transformación necesaria del modelo productivo, y todos los recursos al Constitucional cada vez que aquí en Andalucía se nos ocurre intentar salir de la crisis con el menor daño posible, por hablar de lo más gordo.
Por cierto que la deuda publica de España a día de hoy es casi del 100% de PIB y la de Andalucía es del 20% del PIB, aun así Montoro sigue pidiendo que recortemos nosotros.
Por eso digo que es falso que vivamos en un estado cuasi federal, más bien es un estado centralista maquillado de federalismo. Imprescindible cambiar esto.
Por eso digo que es falso que vivamos en un estado cuasi federal, más bien es un estado centralista maquillado de federalismo. Imprescindible cambiar esto.