domingo, 29 de diciembre de 2019

Isaac Newton y el robo del Parque de las Ciencias de Granada


Si un cuerpo, gobierno andaluz, actúa sobre otro, Granada, para quitarle el control, gestión, del Parque de las Ciencias, esa acción provoca, necesariamente una reacción. Es la tercera ley de Newton, acción y reacción van juntas y se anulan si hay equilibrio entre ambas, si no hay equilibrio, el vínculo entre los dos cuerpos puede dañarse, incluso romperse.

El punto de equilibrio entre la acción y la reacción, el vínculo, puede conseguirse por métodos democráticos o por métodos autoritarios. Con acuerdo o a la fuerza. El gobierno andaluz va a utilizar una nueva Ley de Consorcios de Andalucía para llevarse la gestión, el control de las actividades y el control económico del parque de las Ciencias a Sevilla. Es un acto centralista, ejecutado por la fuerza. El Parque de las Ciencias estará en Granada pero será sevillano. El vínculo entre Sevilla y Granada quedará dañado.

El Parque de las Ciencias, además de la impresionante labor de divulgación científica de calidad que hace, es el segundo espacio más visitado de Granada después de la Alhambra, nada más y nada menos. Los partidos que gobiernan Andalucía (las derechas) llevaban en su programa electoral incrementar el control desde Granada de Cetursa (la empresa pública que gestiona la estación de esquí de Sierra Nevada) y del Patronato de la Alhambra. Años defendiendo esto con un mantra falso, “Sevilla nos roba la Alhambra y Sierra Nevada”, para ahora, cogido el poder en Andalucía, no solo no mejorar la dependencia de sendos organismos de las instituciones granadinas, sino querer liquidar la gestión autóctona del afamado y bien gestionado Parque de las Ciencias.

No, Sevilla no nos roba, ni Madrid nos roba, lo que ocurre es que existe un modelo de poder institucional que está al servicio de intereses ajenos a las distintas poblaciones, comunidades políticas, municipios, comarcas o, comunidades autónomas. Nos roban los impuestos, las inversiones y las capacidades de autogestión (autogobierno) para concentrar cada vez más el poder y convertimos en territorios expoliados y dependientes de exclusivos intereses económicos de cada vez menos personas. Nos roban el pasado, el presente y las oportunidades futuras generando desigualdad.

Si la democracia es algo además de decidir votando, es distribución equilibrada y equitativa de poder político entre las poblaciones y sus instituciones. Por contra toda concentración de poder político atenta contra la democracia. Llevarse de facto el parque de las Ciencias a Sevilla como si Granada fuese un barrio de la capital andaluza es exactamente una agresión contra la democracia.

Cuando se expresan fuerzas centrípetas para concentrar el poder económico, como ocurrió con la Comisión Europea y Merkel para forzar la modificación del artículo 135 de la CE, poniendo por delante a los intereses de la banca de los intereses de la gente, obligando a recortes laborales y de servicios públicos, cuando el gobierno de España legisla e impone a las comunidades autónomas y los municipios las políticas presupuestarias y de inversiones, limitando su capacidad de prestación de servicios, cuando las decisiones se toman lejos y sin contar con las poblaciones afectadas, está actuando el centralismo. El centralismos es, en estos tiempos de crisis social y climática, la herramienta ideológica más poderosa del neoliberalismo en su guerra contra la democracia.

Luego, no debe extrañarnos que aparezcan movimientos provincialistas como el de Teruel Existe, los autonomistas como el de León, o los comarcarles o municipales como los que, en la misma provincia de Granada, demandan poder decidir sobre si se instalan macrogranjas o no, o sobre si las Venus capitolinas romanas se exponen en el lugar de su hallazgo, en Salar donde cobran todo el sentido en la descubierta Villa Romana, o en el museo arqueológico de la capital.

Las grandes metrópolis con sus conurbaciones y la España vaciada, dos daños socioambientales manifiestos, son las dos caras de un modelo de relaciones políticas institucionales desequilibrado que prima la centralización del poder frente a la democracia. Es ahí donde debemos comprender la intención de robarle a Granada el Parque de las Ciencias por parte del gobierno andaluz.

Pisar el acelerador en la centralización del poder puede conducir a que el vehículo se salga de la vía si la fuerza centrífuga de reacción a la fuerza centrípeta que une no encuentra el vínculo democrático que equilibre la desigualdad. Vivimos tiempos con ejemplos obvios.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Cuerpo, vida y territorio

4d-e1449338040522.jpg

No hay vida sin memoria, y no hay política sin territorio. Toda vida es un almacén de memoria, ADN, y un lugar para vivir, ecosistema. Sobrecoge la simpleza de este resumen. No hay política sin territorio, y no hay identidad sin ecosistema cultural. O sea, no hay cultura sin pueblo y no hay pueblo sin cultura.

La cultura es la memoria de los pueblos, su ADN. Hay pueblos cuya memoria cultural está simbolizada en su idioma (lengua materna), hay otros cuyo idioma es sobre todo su memoria cultural. Entre estos últimos está el andaluz, un pueblo cuya lengua materna es el anhelo de libertad, justicia y democracia. Recordémoslo una año más en estos días de aniversario del 4 de diciembre de 1977.

Desvincular la democracia del territorio es justo los que busca el neoliberalismo para liquidar la parte del estado que le incomoda, el estado social y de los derechos. Por eso fue tan fácil reformar el artículo 135 de la CE por orden externa como aplicar el 155 por acuerdo interno. Una tarea a la que el capital se aplica bien con las armas de la represión policial o militar, con las armas económicas, o, últimamente, con un ejército de togas dispuesto a retorcer crípticamente las normas.

La misma fuerza que impide que las Venus capitolinas de El Salar (una población de algo más de 2.500 habitantes) repose culturalmente en su lugar de aparición, como no lo hace La Dama de Baza en Baza, es la que ordena la política de la última desindustrialización de Andalucía ocultada bajo los millones de los ERE, desmantela la red de ferrocarriles para que el AVE llegue desde todas partes al mismo sitio, legisla desde lejos para contaminar la tierra, el agua y el aire en lugares lejanos sin que sus habitantes puedan hacer algo más que revelarse, fuerza el monocultivo de la construcción y el turismo vendiendo los recursos a capital externo y lleva a la gente a la esclavitud liquidando derechos laborales y entregando a lo privado (energía, agua, salud, educación, dependencia,…) lo que solo como público garantiza la justicia y la equidad.

Quienes arguyen contra las demandas de soberanía de naciones, comarcas, poblaciones y ciudades que no quieren más fronteras dicen la verdad, no quieren fronteras para la fuerza represiva del capital, pero las adoran para liquidar la democracia, el estado social, lo común, lo público. Ese es el sentido del discurso de Casado/Abascal cuando hablan de reforzar y proteger las fronteras externas. Nos quieren en la dialéctica dentro/fuera en lugar de en la dialéctica fascismo/democracia.

Hace tiempo que sabemos, seguro, que la crisis del capitalismo es una crisis metabólica. Una especie de bulimia que devora cuerpos, vida y territorios. Enfrentarse a eso solo puede hacerse mediante el feminismo (la soberanía de los cuerpos), el ecologismo (la soberanía de la vida) y las identidades culturales (las soberanías territoriales).

Cuerpo, vida y territorio son argumentos centrales para la defensa de la democracia. O sea, la distribución normativa y caleidoscópica del poder. Así quiero recordar estos días el aniversario del 4 de diciembre de 1977.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Cabeza fría y pies calientes dan larga vida a la gente



La sincronía de las olas no puede verse desde dentro de la ola. La sincronía de la política tampoco.

Casualidad o causalidad, los resultados de las elecciones del 10 de noviembre forzadas por Pedro Sánchez que no quería pactar gobierno con Unidas Podemos porque quería pactarlo con Ciudadanos, tal y como la CEOE decía y el Ibex 35 quería, junto con la posterior sentencia de los ERE, durísima respecto de Chaves y Griñán para compensar la de la Gürtel, se han sincronizado para situar al PSOE en una posición de debilidad ante la opinión pública progresista.

La ola del 10N revuelca a Sánchez en el rompeolas de todas las Españas, ningún calculo le sale. Ni Madrid ni el PSOE son España. Ni había centro, ni mayoría cautelosa, ni Más era más sino menos, ni Ciudadanos tenía voto pesoista sino de Vox, ni el PP iba a ser más más si no más menos.

La ola de la repetición electoral arroja a la playa un todo sigue igual pero con peores números para el PSOE y Unidas Podemos. Así, con Vox enaltecido, con los independentismos, nacionalismos, regionalismos y localismos aumentados (por fin Teruel existe) llega la ola de los ERE, que probablemente Sánchez y el Ibex 35 sabían que venía desde antes, coge al PSOE revolcado y lo arrastra por las arenas de las mares del sur.

Como bien se ha dicho, recordando a Vázquez Montalbán, se ha puesto de manifiesto no una correlación de fuerzas, sino una correlación de debilidades. Síntoma de un momento con potencialidad de cambio. Una correlación de debilidades con una certeza: La onda media del 15M, del 8M, de Stop Desahucios, de la lucha por garantizar las pensiones dignas y de las múltiples formas de demanda del derecho a decidir, desde Teruel hasta Cataluña (no se rían), hace que esa correlación de debilidades partidistas pueda transformarse en fortaleza asumiendo que frenar a la derecha española y al fascismo que la escolta a escasa distancia con el objetivo de deteriorar hasta destruir la democracia (condición de posibilidad del bienestar común), solo pueda hacerse mediante la cooperación política, el diálogo y los acuerdos del caleidoscopio de fuerzas progresistas y de izquierdas que salpican España.

Construir democracia hoy en España es contribuir a resolver la cuestión territorial (plurisoberanías) en sus múltiples variables, no solo la catalana por relevante que sea, paliar la cuestión de la desigualdad, afrontar la cuestión de la seguridad en el futuro (pensiones para los mayores, renta mínima para las familias y empleo para los jóvenes), escuelas gratis, medicina, hospital, mujeres libres y medio ambiente limpio. Eso no lo representa hoy precisamente ninguna mayoría cautelosa, lo representa una mayoría afectada por el último decenio depredador y lo plasma aunque sólo sea ha modo de intenciones el preacuerdo de Gobierno firmado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Como dice un viejo refrán cabeza fría y pies calientes dan larga vida a la gente. El nuevo Gobierno que se aventura con el apoyo claro de las bases del PSOE, Podemos, IU y ERC habrá de aplicarse el refrán asentándose con fuerza sobre el calor ígneo de sus respectivos territorios electorales y la refrigeración de sus impulsos cerebrales partidistas para que tenga larga vida y mejor gloria.

domingo, 17 de noviembre de 2019

La condición de posibilidad de la democracia es la democracia


Resulta tan obvio que no se nos puede olvidar, sin democracia no hay democracia. Es importante decirlo. Tampoco podemos olvidar que el verbo que precede a los verbos encarcelar o matar es ilegalizar (prohibir). Verbos preferidos de Vox. Como la democracia son derechos democráticos (garantías), igualdad (justicia) y equidad (redistribución), también resulta obvio que desde que Zapatero sucumbió en 2010 ante Merkel, el BCE y el FMI, el campo de juego de la democracia ha quedado reducido y esquilmado. Los gobiernos de Rajoy han sido verdaderos navajeros contra la democracia.

Las políticas killers de la democracia comandadas en España por el PP, asumidas con docilidad en aquella Andalucía de Susana Díaz y su pacto con Ciudadanos, son las que han dado lugar al nacimiento del auténtico killer de la democracia, Vox. No es extraño, por tanto, que el huevo de la serpiente del fascismo español eclosionara en Andalucía, territorio campeón de España en indicadores de paro, desigualdad, y precariedad.

El “a por todos” (y sobre todo todas) que significaron las reformas laborales, las subidas de impuestos directos e indirectos a las clases populares y medias, las bajadas de impuestos reales a la banca y las grandes empresas, la detracción de gasto en igualdad, justicia social, educación, salud y empleo para entregárselo a la banca vía rescate directo o vía endeudamiento público fue tapado por el “a por ellos” del PP y Ciudadanos al que se apuntó alegremente el PSOE andaluz inconsciente de que el pack antidemocrático de la derecha es indivisible y dentro de ese pack del “a por ellos” Andalucía era objetivo substancial.

Una definición tautológica de democracia podría ser esta: La democracia es aquel conjunto de relaciones con las que se práctica la democracia. No hay democracia sin práctica democrática. Por eso es tan importante que una fuerza política democrática como Unidas Podemos esté, en tiempos como estos, en el Gobierno de España. Nos estamos jugando cada vez más la democracia. Estar en el gobierno es un antídoto, un baluarte, contra la involución que hasta antier ha promovido y alimentado el viejo bipartidismo conservador, del que Vox es la consecuencia política más visible y terrible.

Por supuesto que es relevante recuperar derechos laborales y democráticos derogando leyes y avanzando con otras leyes. Por supuesto que es imprescindible recuperar bienestar social y familiar aumentando gasto público para garantizar escuelas, medicina, casa, pan, cultura, alegría, aire limpio y mujeres libres fuera del abismo de la precariedad y la pobreza. Por supuesto, porque eso es imposible sin democracia.

Por eso, para que la democracia sea cada vez más sólida, es imprescindible apuntalar las condiciones de posibilidad de la democracia. Así, derogar ya la ley mordaza, liquidar la posibilidad de puertas giratorias, limitar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación, democratizar las radios y televisiones públicas, descentralizar la elaboración y difusión de la información (Madrid no es España), democratizar el acceso a la carrera judicial y la forma en la que se eligen los órganos judiciales y fiscales para evitar su hiperideologización de derechas y su endogamia machista, reforzar la democracia en la escuela pública y las universidades, democratizar las fuerzas armadas y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, eliminar del código penal el delito de sedición y el delito contra los sentimientos religiosos, enaltecer el valor de la diversidad, la plurinacionalidad, los autogobiernos y las soberanías territoriales, sean demandadas por Teruel, por las comarcas del altiplano granadino, por Cataluña o por Andalucía, entre muchas cosas más, se hacen cada día que pasa más imprescindibles.

Debemos trabajar para que nunca más gritar a por ellos, cualesquiera que sean ellos, mujeres, inmigrantes, catalanes, kellys, sindicalistas, familias desahuciadas, pobres o ricos, titiriteros o premios Nobel tenga éxito político. La condición de posibilidad de la democracia es la democracia.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Cambiemos vetos por votos


Desde las elecciones de diciembre de 2015 hasta las de noviembre de 2019, el partidismo del partido socialista ha impedido la existencia real de un gobierno progresista en España. Más al contrario, el partidismo del partido socialista entregó en 2016 el gobierno de España al Rajoyde los sobres y la Gürtel.

El partidismo del partido socialista regaló España al PP a pesar de que desde 2011 el Partido Popular es el responsable del deterioro de la vida de la inmensa mayoría de las y los españoles. Subida de impuestos a las clases trabajadoras, Pymes y autónomos; bajada de impuestos a las clases altas, las grandes empresas y la banca, incluido el rescate que pagamos a mocho con decenas de miles de familias desahuciadas, en la pobreza o al borde de la pobreza; expolio de los derechos laborales con una reforma laboral que Guindos calificó de “extremadamente agresiva” y que ha provocado una legión de precariado y trabajadoras pobres; tijeretazos a la democracia con la ley mordaza, la amnistía fiscal y la conversión del Tribunal Constitucional, el poder judicial y la fiscalía en entes al servicio ideológico del gobierno; deterioro de los derechos a la salud, la educación y las pensiones decentes; y un largo etcétera de asuntos no menores que agreden a las causas sociales, ecologistas y feministas son la sumatoria de daños que vive la sociedad española debido al partidismo del partido socialista que no ha querido pactar gobierno nunca con Podemos o Unidas Podemos.

Los números daban, dieron siempre. La moción de censura tras la sentencia Gürtel lo demostró notarialmente.

Desde 2015 el partidismo del partido socialista veta a Podemos y a Unidas Podemos. El veto a Pablo Iglesias y la repetición electoral provocada por la arrogancia de Pedro Sánchez certifican lo que digo.

El veto es partidista, sí. El partido socialista ha ido abandonando su función ideológica y consolidando su función autoreproductiva. Por eso Susana Díaz se reproduce en la forma de Pedro Sánchez. En realidad la forma partidista del Partido Socialista Obrero Español es un desprecio a sus centenaria historia y a las y los luchadores que se dejaron la vida y el alma peleando por la justicia.

Podríamos pensar que en la actitud de veto a Unidas Podemos de Pedro Sánchez, certificada durante esta campaña electoral en la que ha exigido gobernar por la cara con el beneplácito de PP y Ciudadanos si gana las elecciones aunque no tenga mayoría parlamentaria, es solo una actitud partidista. Pero no, el partidismo del Sánchez, que no quiere que los millones de votos progresistas y de izquierdas a Unidas Podemos se sienten el el gobierno de España, se debe a que el partido socialista ya no es el partido socialista. En España el PSOE ya no defiende a las clases populares ni a las mayorías sociales. Ya no defiende de verdad a las mujeres precarias y en paro, ni a las personas mayores con pensiones miserables, ni a la clase trabajadora con alquileres y precios de la luz desorbitados, ni a nuestra juventud en paro o en la emigración. Y no defiende a la mayoría porque defiende los intereses del poder económico, ya radiquen en Bruselas o en Nueva York.

Por eso Pedro Sánchez veta a Unidas Podemos, por eso vetó a Pablo Iglesias, para cargar sobre Unidas Podemos la culpa de la no formación de gobierno. Iglesias cedió al veto y aún así Sánchez se fue a Doñana, luego hizo teatro con la sociedad civil y luego se fue a Nueva York a reunirse con lo más granado de los fondos buitre del mundo.

El 10 de noviembre hay que cambiar vetos por votos, por eso pido a las y los votantes socialistas de corazón que están estupefactos con Sánchez que voten a Unidas Podemos si quieren que España vuelva a tener un gobierno progresista que mire por el bienestar de la mayoría, por la igualdad de las mujeres, por la vida decente de nuestras personas mayores, por el futuro de nuestros hijos e hijas, por la naturaleza, por los animales y el planeta.

Este 10 de noviembre hay que votar, hay que votar con más ganas que el 28 de abril, aunque ahora sea otoño, porque está en nuestras manos que estalle una nueva primavera.

domingo, 3 de noviembre de 2019

10N, objetivo Pablo Iglesias


Pedro Sánchez ha convocado repetición electoral para quitarse de encima a Pablo Iglesias. Es lo que viene intentando el PSOE desde el año 2015 en que Susana Díaz dio una patada a IU y convocó elecciones anticipadas para evitar que Podemos tuviese tiempo de armar en Andalucía un proyecto que le disputase la hegemonía.

El veto de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias en un gobierno de España tenía como objetivo dinamitar los puentes de entendimiento entre el aparato del PSOE y Unidas Podemos. Cargar sobre el personaje y símbolo Pablo Iglesias las culpas de una repetición electoral que ya habían decidido los poderes económicos españoles, y así triturar y arrojar definitivamente al basurero del bipartidismo los más de seis millones de votos que un día sumaron Podemos e IU.

Un movimiento de cambio se debilita si se acaba con sus representaciones simbólicas. No cabe duda que Pablo Iglesias, persona y personaje, es el símbolo que contiene el sentido de un movimiento que busca fortalecer la democracia. La finalidad de las cloacas y sus interacciones mediáticas era ese, destruir al símbolo Pablo Iglesias para destruir el significado histórico de Podemos. Democracia o barbarie.

En los dos debates televisados de las elecciones de abril y sus consecuencias en votos se demostró la fuerza simbólica de la que hablo. Pablo Iglesias fue el mejor valorado por votantes de las cuatro opciones que participaron. No le ganó por KO a Pedro Sánchez porque dedicó el esfuerzo a visibilizar la necesidad de un entendimiento pasadas las elecciones. No hay política sin pensamiento simbólico porque no hay sociedad humana sin interacciones simbólicas. Pablo Iglesias volvió a demostrar ante millones de telespectadores la fuerza de su representación simbólica.

Cuando Pablo Iglesias acepta el veto para echar agua a la dinamita del PSOE evitando una guerra abierta y anteponiendo los intereses de la mayoría de las y los españoles, once millones de los cuales habían sido votantes de las dos opciones, el PSOE se ve obligado a una maniobra de repliegue y a teatralizar la posibilidad de un acuerdo de gobierno de coalición cuarenta y ocho horas antes de la sesión de investidura. Todo era mentira como se vio durante el verano agosteño en Doñana y en la entrevista de Ferreras en la que el presidente en funciones dijo que no podría dormir con Unidas Podemos en el gobierno. No dormiría bien con el agente político que le hizo presidente para echar al PP corrupto de la Moncloa.

La esencia del fraude de Pedro Sánchez es esta, entre democracia y barbarie ha elegido barbarie. Se ha alineado con la derecha anti diálogo no solo para el asunto catalán. Quiere gobernar solo sin tener la mayoría absoluta, quiere ser presidente mirando a la izquierda para mantenerla lejos, apoyado por los grandes poderes económicos españoles y extranjeros a quienes sirve. No quiere cumplir el programa electoral con el que se presentó el 28 de abril y por eso no quiso gobierno de coalición con Unidas Podemos, porque estando en el gobierno gente de Unidas Podemos estaría obligado a hacer políticas serias sociales, económicas, feministas y ecologistas tras derogar la ley mordaza y la reforma laboral, indexar las pensiones por ley al IPC, subir el salario mínimo a mil doscientos euros, publicar la lista de los amnistiados fiscales, bajar el precio del alquiler, la vivienda y la factura de la luz, eliminar los desahucios por causas sociales, o venerar a las víctimas del franquismo eliminando las condecoraciones a torturadores y santificando por ley la memoria histórica, la verdad, la justicia y la reparación como asignatura pendiente tras cuarenta y un años de constitución democrática del 78 con el franquismo incrustado.

Pedro Sánchez se ha sumado a las claras a la derecha y a los poderes económicos que no pagan a hacienda lo que deben por justicia y consideran España una propiedad exclusiva de los ricos del mundo, con el mismo el objetivo de triturar a Pablo Iglesias, Unidas Podemos y millones de votos de conciencia demócrata, que tienen el IBEX 35, el Santander, Florentino Pérez o las cloacas.

Si el objetivo de Pedro Sánchez es liquidar al símbolo Pablo Iglesias el objetivo del electorado demócrata, progresistas, feminista, ecologista, más o menos de izquierdas debería ser apuntalarlo con más fuerza para que desde dentro del gobierno de España Unidas Podemos impulse la mejora de la vida de las y los millones que somos.

Estas elecciones del 10 de noviembre no son las de todos contra Pedro Sánchez, son todos contra Pablo Iglesias, es por eso que debemos cambiar vetos por votos porque si no el PSOE va a seguir cambiando votos por vetos. Coerción, recortes y desprecio a la gente corriente por democracia, derechos, vida y solidaridad.

Democracia o barbarie. Elijamos.

domingo, 20 de octubre de 2019

El fraude electoral de Pedro Sánchez



Las elecciones del 10 de noviembre son consecuencia de un fraude. El fraude electoral de Pedro Sánchez. El actual presidente en funciones arrancó una campaña electoral para el 28 de abril con el mensaje Somos la izquierda con el único objetivo, ahora lo sabemos, de laminar vía “voto útil” a Unidas Podemos. No lo consiguió entre otras cosas por la capacidad dialéctica de Pablo Iglesias en los dos debates televisivos que el presidente en funciones se vio obligado a aceptar.

Sánchez mintió con su Somos la izquierda, mintió, ahora lo sabemos, en todas y cada una de sus promesas electorales de carácter democrático, social, fiscal, económico o medioambiental. Pedro Sánchez Castejón solo quería el poder para hacer con el poder lo que el PSOE ha hecho siempre, usarlo en beneficio partidista y como Duermebien para la clase rica dueña de España.

Ahora lo sabemos, Pedro Sánchez presentó en las pasadas elecciones del 28 de abril un programa fraudulento, por eso no quiso pactar gobierno con Unidas Podemos, porque hubiese estado obligado a cumplir su propio programa. En este sentido es en el que el PSOE ha cometido un fraude a la sociedad española. Somos un fraude debió ser el lema verdadero de aquella campaña electoral.

Si de verdad Sánchez pretendiese cumplir un programa progresista, muy por debajo en progresismo del programa del laborismo británico, no hubiese hecho ningún paripé, no se hubiese puesto a las órdenes de los megaempresarios para los que las y los españoles somos súbditos de su propiedad, no se hubiese vestido de progre en sus reuniones con la “sociedad civil” y, sencillamente, se hubiese sentado a negociar un proyecto de gobierno y un gobierno de coalición justo y proporcional a los resultados electorales. Sin vetos ni mentiras.

Como la intención de Pedro Sánchez era destruir a Unidas Podemos para ponerse libremente al servicio de quienes quieren mantener y aumentar el estado de precariedad laboral y de derechos, la ley mordaza, los recortes en sanidad y educación, la ignorancia de los efectos del cambio climático en el medio ambiente y la economía, el desprecio por la desigualdad y la pobreza mayoritariamente femenina, maquillándose de izquierdas y no le salió del todo, calculó que haciéndose muy español y mucho español como Rajoy, convocando repetición electoral y esperando que el trabajo se lo hiciese Cataluña y el Tribunal Supremo con la sentencia del procés, ganaría unos escaños si forzaba una repetición electoral y podría elegir a quien de verdad era su socio preferente, su Querido Albert” Rivera.

Pero al fraude electoral cometido por Pedro Sánchez el 28 de abril se ha sumado la caída en las encuestas de Ciudadanos y el ascenso fulgurante del PP junto con una gran incertidumbre en los resultados de su propio partido, por ello Pedro Sánchez y Pablo Casado han abierto la puerta a una gran coalición a la española. Quien saque uno más gobierna. Vamos, lo que ya se hizo con Rajoy cuando el felipismo y el susanismo decían que no daban los números.

Sí, ahora los sabemos, Sanchez, el 28A, fue un fraude para el voto progresista más o menos de izquierdas. Ya no se esconde tanto, el y su equipo afín están afirmando que no derogarán la reforma laboral, que no garantizarán la subida de las pensiones con el IPC, que las medidas contra el cambio climático serán maquillaje para no enfadar a los grandes emisores de CO2 como Endesa, que no creará una empresa pública de energías renovables para luchar a un tiempo contra la pobreza energética y el calentamiento global, que no habrá justicia fiscal aumentando un poco el IRPF a las rentas superiores a los 150.000 euros anuales, ni aumentando el tipo efectivo del impuesto de sociedades que para las grandes empresas está por debajo de lo que paga cualquier trabajador en España, que no impondrá a la banca la devolución de los 60.000.000.000 de euros que nos debe, que no buscará que las tecnológicas de internet con sede en paraísos fiscales paguen impuestos en España, que le importa un pito que los precios de los alquileres en las grandes ciudades y en las zonas turísticas estén imposibles. Ahora los sabemos porque se reunió en Nueva York con inversores como Soros, Blackrock, Citi o Blackstone, para decirles que tranquis que España será cada vez más de ellos.

Ahora lo sabemos, ahora lo tenemos certificado porque el gobierno en funciones a enviado a Bruselas un proyecto de presupuestos que así lo testifica.

Ahora lo sabemos, Pedro Sánchez ha sido un fraude electoral para el voto progresista y de izquierdas. Ahora sabemos además que ha cambiado su programa del 28 de abril por un programa que podría ser perfectamente del PP o de Ciudadanos. Ahora los sabemos ha actuado con irresponsabilidad y temerariamente al convocar una repetición electoral para intentar aparecer ante las consecuencias de una sentencia política, como es la del procés, como un salvapatrias. Ahora lo sabemos.

Ahora sabemos que el pack de la bandera no solo lleva acometidas contra el diálogo para solventar política y democráticamente lo que es un problema político como la demanda de la mayoría de la sociedad catalana de una salida negociada. El pack de la bandera lleva consolidación de recortes de derechos y preparación de más para cuando vuelva a desatarse la siguiente crisis económica que ya se anuncia. El pack de la bandera al que se ha sumado alegremente Pedro Sánchez Castejón y el PSOE no trae nada bueno. Cuando le quitemos el lazo en navidad, si no lo evitamos votando útil a la única fuerza política que no ha mentido, encontraremos en la caja carbón negro.

Lo que intenta Pedro Sánchez en funciones es preparar las condiciones para que cuando abramos el pack de la bandera no tengamos ya ni la posibilidad de presentarle una hoja de reclamaciones.

Al tiempo que Cataluña se movilizaba pacíficamente como pueblo (la inmensísima mayoría) contra la sentencia del Supremo y por la libertad de sus presos políticos, miles de jubilados llenaban Madrid procedentes de todos los rincones de España. Ese día podíamos ver, como tantas otras veces, que las reivindicaciones sociales y democráticas estaban unidas a banderas multicolores andaluzas, vascas, gallegas, catalanas, valencianas, asturianas,… Nada que ver con el pack de la bandera.

No elijamos fraude, hay otro pack que no es el de la bandera.

domingo, 13 de octubre de 2019

Vota fuerte, vota útil


Es la primera vez en mi vida de votante, desde que a los dieciocho años voté por Andalucía el 28 de febrero de 1980, que voy a pedir el voto útil.

¿Qué es el voto útil? El voto que das a la opción con la que no estás de acuerdo en todo pero sabes que es la que frena las opciones con las que no estás de acuerdo en nada.

La semana que entra el procés dejará de estar encapsulado en el Tribunal Supremo y volverá a las calles, a las teles, a las instituciones catalanas y a las elecciones españolas. La sentencia, según la infiltración practicada en la sociedad española por el propio Tribunal Supremo, es dura. Sedición y malversación, muchos años de cárcel. Tan largos y tediosos serán los debates jurídicos como largas serán las condenas. La historia jurídica continuará en el Constitucional y después en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Cada vez que despertemos Cataluña y España seguirán ahí con el eterno problema de la relación entre naciones abierto en canal. Los unos, los independentistas, se lanzaron al vacío sin mayoría electoral en Cataluña (sí parlamentaria), y sin comprensión suficiente del derecho a decidir en el resto del estado para condicionar una evolución dialogada hacia, quien sabe, un nuevo acuerdo federal. Los otros, los nacionalistas españoles, aprovecharon el salto para, como en las artes marciales, desviar el impulso y consolidar desde el poder de la bandera rojigualda los grandes recortes sociales y de derechos que arrancaron con la modificación del artículo 135 de la CE.

La única estabilidad que prometen las opciones de derechas y el actual PSOE electoral es la de mantener el conflicto catalán vivo para estabilizar ad eternum los recortes sociales.

Pedro Sánchez ha convocado repetición electoral. Ha arrojado a la basura millones de votos progresistas que consideraron en abril que el PSOE era la opción útil. Lo ha hecho con pleno conocimiento del contexto político en el que se iban a celebrar las elecciones de noviembre. Su lema “Ahora España” olvida los derechos de las y los españoles. Podría ser el lema de Vox.

Sánchez con su equipo de proximidad, atendiendo a los poderes económicos y subterráneos del estado, decidió que los más de tres millones setecientos mil votos de Unidas Podemos tenían prohibido ser parte del gobierno de España porque entonces el concepto estabilidad significaría estabilidad económica, social y ambiental de las familias españolas, los autónomos y las PYMES. Unidas Podemos con funciones de gubernamentales ataría el proyecto de gobierno a la recuperación de derechos, empezando por las grandes derogaciones pendientes de la reforma laboral y la ley mordaza prometidas por el propio Sánchez en infinidad de ocasiones.

Con Unidas Podemos en el gobierno la estabilidad de España no es un concepto vacío o indefinido. Estabilidad significa entonces leyes contra la precariedad laboral, contra la carestía de la vivienda y la energía, contra la violencia machista, contra el cambio climático, por las pensiones garantizadas y subidas con el IPC, por un SMI decente, por la salud y la educación públicas bien financiadas, por las garantías democráticas, el acceso a la cultura y los estudios universitarios cualquiera que sea nuestros ingresos. Leyes que hagan que las personas vivamos una vida digna y segura, estable.

Así que si queréis estabilidad, pero de la buena, de la de verdad, no la abstracta de bandera y firmes, entonces el voto útil progresista es el que es, no para quien lo ha tirado a las alcantarillas, sino el que garantiza que no ganan las opciones con las que no estás de acuerdo en nada. Opciones a las que el mismo Sánchez no ha parado de pedir su apoyo convirtiendo a quien llamó socio en enemigo preferente.

Te lo pido, vota fuerte, vota útil.

domingo, 6 de octubre de 2019

Sánchez "PresiMiente"


El personaje Pedro Sánchez hizo teatro en la entrevista de Jordi Évole al hacerse pasar por una persona de izquierdas a la que habían sacado de la secretaría general del PSOE por querer pactar Gobierno con Podemos después de la repetición electoral de 2016. Debimos imaginar que mentía dado que tras las elecciones de 2015, mientras un equipo del PSOE hacía el paripé de negociación con Podemos en una sala del Congreso, en otra cerraba un acuerdo en el que Pedro Sánchez hacía vicepresidente a Rivera con un programa de sostenimiento de recortes y degradación de derechos democráticos. Hemos de recordar que Íñigo Errejón forzó un referéndum, que perdió ampliamente, entre las bases de Podemos para que se apoyase ese acuerdo al que no le daban los números en el Congreso. PSOE con 85 y Ciudadanos con 32 sumaban 117 escaños, lejísimos de cualquier mayoría.

El personaje Pedro Sánchez mintió en las primarias que ganó a Susana Díaz, que tenía por entonces un pacto en Andalucía con Ciudadanos, cuando abanderó un discurso de izquierdas, plurinacional y dialogante. Mintió mucho, porque de aquella victoria aupado por las bases pesoistas nació su lema “somos la izquierda” y los coros “con Rivera no” y “sí se puede” con los que las mismas bases alegraron la noche electoral del mes de abril.

Mintió el personaje Pedro Sánchez en la pasada campaña electoral prometiendo buena parte del programa de Unidas Podemos, y las cuestiones fundamentales del mismo como la derogación de la reforma laboral, la vinculación del crecimiento de las pensiones al IPC, el control de los precios del alquiler en zonas tensionadas, la derogación de la Ley Mordaza o la publicación de la lista de amnistiados fiscales entre otras muchas. Mintió mucho porque tras admitir los últimos días de campaña que no le importaría estar con Unidas Podemos en el Gobierno, los acontecimientos han demostrado que Pablo Iglesias no era el socio sino el enemigo preferente.

Pedro Sánchez, personaje de sí mismo, ha mentido en la calle, en las teles, en las radios y en sede parlamentaria. Ha mentido en todas partes y a todo el mundo. Hizo una ronda con la “sociedad civil” española cuando ya había decidido ponerse del lado del Santander, Florentino Pérez, el Ibex 35, la CEOE y Blackstone para convocar, porque la ha convocado él, repetición electoral buscando resultados más favorables a la clase pudiente y desfavorables para las demás. Convocada la repetición electoral se fue a Nueva York a garantizar a los fondos de inversión (fondos buitre) y otros capitales con intereses en España, que no recuperará ni uno solo de los derechos o los recortes que hicieron los gobiernos de Rajoy ni habrá justicia fiscal.

Pedro Sánchez mintió al decir que el único obstáculo para un Gobierno de coalición con un programa progresistas era Pablo Iglesias. Mintió a lo grande, con descaro.

El personaje sigue mintiendo y toda su campaña electoral será ya puro teatro, falsedad bien ensayada y estudiado simulacro. Todo el mundo sabe que busca de socio al mismo “querido Albert” que días antes le había situado como jefe de “la banda”. Por eso la curiosa coincidencia de los lemas de los dos partidos “Ahora España” y “España en marcha”. Una España a la que toda la derecha y Pedro Sánchez quieren vaciar de los problemas de los españoles y españolas, como la España vacía, a fuerza de ignorar sus demandas.

La mentira es tan grande que ya no la ocultará nada. Todo votante progresista más o menos de izquierdas sabe que si los resultados del 10 de noviembre permiten a Sánchez un acuerdo con Ciudadanos, Albert será vicepresidente de un Gobierno para la derecha, un acuerdo que será apoyado por el nuevo partido Más País con el argumento de que hay que evitar una tercera repetición electoral. Un acuerdo en cuyo corazón no habrá un programa de recuperación de derechos, ni una sola medida de avance contra la precariedad laboral, la desigualdad de género o que asuma en serio la emergencia climática.

Los hechos no mienten. No seamos con nuestro voto cómplices de la mentira. No ayudemos a que Pedro Sánchez sea presiMiente.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Sobre la conexión entre la emergencia climática y la desigualdad social y de género


Hay una conexión directa entre la emergencia climática, la desigualdad social y la desigualdad de género. Son tres emergencias que no solo se viven con extrema gravedad en países colonizados por la guerra y las multinacionales del petróleo o las materias primas, también millones de situaciones personales y familiares dramáticas se viven dentro de los territorios de las democracias liberales.

Al final de la era preindustrial la concentración de CO2 atmosférico era de 275 ppm (mg/litro), allá por los comienzos del siglo XIX, en ese entorno había permanecido durante al menos una decena de miles de años. La concentración actual es de 415 ppm, casi un 51% superior. La concentración de dióxido de carbono atmosférico determina, dadas sus características moleculares, la temperatura media de equilibrio fruto del balance entre la energía que nos otorga el sol a diario y la que el planeta emite al espacio. El CO2 es como un cristal, cuantos más concentración, más efecto invernadero.

La vida sobre la tierra persiste y se reproduce sustentada sobre dos prodigios que datan de hace unos 3.800 millones de años, unos 700 millones de años después de su aparición, el prodigio de su conexión a una fuente de energía externa al planeta, la fotosíntesis vegetal que aprovecha la energía de la radiación solar, y el prodigio del cierre de los ciclos materiales basado en la biodiversidad de los ecosistemas.

Así es como la vida se reproduce y así es como durante millones de años ha dejado su tiempo acumulado en forma de materia orgánica en las reservas de carbón, gas y petróleo. Lo que está devorando el actual modelo económico que surge en el XIX como consecuencia de la simbiosis entre combustibles fósiles y máquinas térmicas es tiempo de vida acumulado. Lo está haciendo devolviendo a la atmósfera en algo más de 200 años el CO2 que la vida retiró de la misma durante millones de años. La velocidad de cambio de las condiciones fisícoquimicas atmosféricas y de la biosfera en tan rápida que los ecosistemas son incapaces de adaptarse desapareciendo millones de especies, destruyendo la biodiversidad.

Las consecuencias para la humanidad y la naturaleza (su condición de posibilidad) del modelo que devora el tiempo de vida acumulado, advertidas por el ecologismo y la ciencia desde hace decenas de años, ya se manifiestan afectando a las economías, a las comunidades culturales y a los estados sin miramiento. La frecuencia y virulencia de los fenómenos meteorológicos aumenta año a año, la escasez de agua y la desertización, son efectos y causas, que actúan en sinergia con al drama del calentamiento global. Los efectos del calentamiento globalaumentan el calentamiento global en una espiral que es urgente detener.

Para romper la dinámica suicida de la espiral climática precisamos cambiar el sistema energético y conectar la economía, como la naturaleza, al sol, y construir un modelo económico con características ecosistémicas, un modelo que cierre los ciclos de los materiales y se sustente principalmente sobre relaciones de proximidad. Es tan revolucionario como urgente.

La salida la la crisis metabólica planetaria no puede ser antidemocrática, es lo que hemos vivido en los últimos años en las democracias liberales, y lo que se lleva viviendo en el resto de territorios cuyas soberanías están colonizadas directamente o mediante oligarquías locales al servicio del capital multinacional. El choque contra los límites del planeta hizo que capital buscase, primero la fuente de crecimiento en la economía especulativa, sufrido el gran crack de la misma durante el pasado decenio se ha buscado y conseguido salvar el modelo extrayendo las plusvalías para el crecimiento, bien de la reducción de derechos laborales bien de la privación directa o encubierta de los grandes servicios y derechos públicos como la sanidad, la educación o las pensiones.El ataque a los derechos de las mujeres forma parte de los mismo, una sociedad sin derechos, requiere de una mano de obra que garantice la reproducción social, los cuidados en las familias, de las personas mayores, de la infancia, de quienes enferman.

Por eso deberíamos plantearnos la siguiente pregunta: ¿Por qué quienes declinan actuar en serio contra el cambio climático tampoco quieren legislar en serio contra la desigualdad de género y la desigualdad social?

La respuesta está en el aire y tiene que ver con la apropiación descarada del tiempo de vida acumulado en la naturaleza, del tiempo de vida de las mujeres y del tiempo de vida de la gente trabajadora. Ahí es donde encuentro una conexión radical entre la defensa del feminismo, los derechos humanos y las causas ecologistas. No sé si a eso le podríamos llamar ecosocialismo.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Hombre blanco hablar con lengua de serpiente


“Hombre blanco hablar con lengua de serpiente, cuervo ingenio no fumar la pipa de la paz con tú, por Manitú, por Manitú.” Este es el estribillo de uno de los temas más recordados de Javier Krahe, Cuervo ingenuo, dedicado a la traición más sonada del PSOE felipista, aquella de “OTAN de entrada no”. La más sonada aunque no la más dura si recordamos las fortísimas reconversiones industriales, la entrega de las grandes empresas del estado al capital privado y la conversión de la Junta de Andalucía en una oficina de favores al servicio del Gobierno central. Hoy vivimos sus consecuencias.

Como cuervos y cuervas ingenuas hemos quedado esta semana casi doce millones de votantes progresistas, socialistas y de izquierdas. Incluida la ex presidenta andaluza Susana Díaz, gran cuerva ingenua ojiplática al ver cómo el Sánchez de “este muchacho no sirve pero nos sirve”,después de ganarle las primarias ascendiendo por la izquierda con discurso podemita, acaba asumiendo sus postulados y queriendo gobernar por la derecha con el “querido Albert” de la última epístola.

Los coros militantes de la noche electoral del 28 de abril que gritaban “con Rivera no” y “sí se puede” los reconocemos ahora más que como una fiesta como un aviso al líder para que no volviera a la senda de la traición. Y volvió. La noche del 28A la propia militancia del PSOE fijaba un límite en la negociación, temerosa de que se volviese a mirar a la derecha como hizo Susana Díaz en Andalucía con las consecuencias sabidas.

Las cuervas y cuervos ingenuos, incluido Pablo Iglesias, debimos suponer esa misma noche que Sánchez había mentido y pretendía cortejar a Ciudadanos para zafarse de Unidas Podemos y contentar a la CEOE y al Ibex35, a Macron y a Merkel, al banco de Santander y a Blackstone. Zafarse de Unidas Podemos tenía dos vías, pactar medidas programáticas a cambio de investidura para incumplirlas luego como habitualmente, o esperar los votos “de estado” del querido Albert o del apreciado Casado. Viéndolo imposible, a la vuelta de unas tranquilas vacaciones veraniegas en Doñana, Sánchez ofreció la tercera vía, que no era otra que una oferta de colocación para los liderazgos de Unidas Podemos en diferentes entes públicos con el fin de tenerlos atados y bien atados. El truqui del almendruqui del PSOE de siempre y del grupo Prisa para domesticar los escenarios progresistas a cambio de dinero y ego.

Cualquier cosa menos aceptar que casi doce millones de votantes se habían ilusionado con un Gobierno que frenase a la derecha y derogase la reforma laboral, garantizase las pensiones indexándolas al IPC, regulase el precio de la vivienda en las zonas tensionadas, pusiese en marcha de verdad el pacto contra la violencia machista, comenzase la transición energética y ecológica luchando contra los efectos del cambio climático, recuperase la inversión en ciencia, universidades, educación, salud e industrialización, acabase con el voto rogado, con la ley mordaza, las puertas giratorias y los oídos sordos.

El 10 de noviembre la España de la justicia social, económica, de género y ambiental, la España que se siente progresista, socialista, socialdemócrata más o menos de izquierdas nos la volvemos a jugar. Yo iré a votar como siempre hago desde que voté por primera vez en el referéndum por la autonomía andaluza del 28 de febrero de 1980. No lo haré con la nariz tapada, lo haré pensando que mi voto útil va a ser más útil sobre la opción a la que Sánchez, mintiendo ha vetado, ese veto, ese candado que pretende meter la esperanza en la cárcel del desencanto hemos de romperlo con nuestro voto. Cambiemos veto por votos.

Solo un dato, la abstención en Andalucía en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 que entregaron el Gobierno a la derecha con Vox fue de 2.602.546 (el 41.35% del electorado andaluz). En las elecciones generales del 28 de abril de 2019 fue de 1.685.588 (el 26,69% del mismo electorado andaluz). 916.958, casi un millón más, votaron en las generales que en las andaluzas a la llamada de la esperanza.

La traición de quien ha hablado con lengua de serpiente no puede tener como consecuencia que los cuervos y las cuervas volvamos a ser ingenuos. ¡Por Manitú, ve a votar!

lunes, 16 de septiembre de 2019

Más vale un por si acaso que un quién lo iba a pensar


No existe una sola razón democrática para objetar la presencia en el gobierno de España de una fuerza política cuya base ideológica substancial es la defensa de los derechos humanos. Ni una sola. Menos aún si esa fuerza política ha obtenido más del 14% de apoyo electoral, cuenta con la mitad de los votos ciudadanos y con la tercera parte de los escaños que el partido que puede presidir el gobierno. Menos.

Vetar la entrada en el gobierno de España de Unidas Podemos de manera proporcional a su peso electoral es una dentellada a la democracia. Esto es lo que está haciendo Pedro Sánchez Castejón, presidente del gobierno en funciones que llegó a tal sin ser si quiera diputado electo gracias a la coherencia y altura de estado de Unidas Podemos tras la sentencia Gürtel contra el PP corrupto que obligaba a desalojar al Rajoy del gobierno. Es más, vetar al líder electo democráticamente de una fuerza política con la que dices querer llegar a un acuerdo no es mas que el símbolo supremo de esa dentellada antidemocrática.

La actitud del actual PSOE dirigido por Pedro Sánchez es aún peor que la de Susana Díaz. Al menos ésta nunca dijo en campaña electoral que Podemos le hacía tilín, nunca lo llamó socio preferente. Tal es así que fue su radical posición anti Podemos la causa de su estupefacta caída frente a Sánchez.

El veto total a Unidas Podemos en el gobierno de España, es el epifenómeno político contextual más importante desde las elecciones del 28 de abril. Lo es porque simboliza una toma de partido ideológica antidemocrática con el objetivo de fijar para los años venideros el sustrato de la fortísima reversión de los derechos democráticos, económicos, sociales, laborales, de género, ambientales y territoriales que la Constitución española proclama y que gobiernos y el Constitucional se encargan de interpretar desde hace años coercitivamente. En este contexto hay que entender el pariré veraniego de Sánchez Castejón en su ronda con la sociedad civil, un democratic washing de su actitud clara antidemocrática.

Es curioso que hasta los influyentes y hostiles contrarios, Felipe González y Juan Luis Cebrián, estén viendo que sobrepasar la normalidad democrática con el veto a casi cuatro millones de votantes, provocando la frustración de más de once, agitado con el relampagueo de la mentira discursiva que acompañará a Sánchez hasta el 10 de noviembre en caso de repetición electoral, es un operación catastrófica en un mundo de Trumps, Johnsons y Salvinis, con sus reflejos castizos esperpénticos de Riveras, Álvarez de Toledos y Abascales. Sin normalidad democrática no hay democracia.

El veto interno del PSOE tras las elecciones de 2015 y la repetición electoral de 2016 para que Sánchez acordase con Podemos devino en el triunfo interno de Sánchez frente a Díaz. ¿En qué devendrá el veto actual de Sánchez a Unidas Podemos? Dos son las opciones más probables si hay repetición electoral, el desalojo de Sánchez a manos de una derecha reorganizada o el déjà vu con resultados similares a los del 28 de abril.

Hay otra opción menos probable pero no imposible con los tiempos agitados y sin la posibilidad de una apelación verosímil al voto útil de izquierdas como hace el PSOE desde que yo tengo memoria política, que éste baje de sus actuales 123 y que Unidas Podemos aguante o suba de sus 42 (no lo descarto si Andalucía y Cataluña entran en serio al juego electoral para sacar a España del atolladero bipartidista). El miedo de Rufián, la equidistancia de Baldoví, las cautelas, quién lo iba a decir, del PSOE de Andalucía y de barones antaño antisanchistas, lo testifican a sabiendas de que en sus territorios hay espacios electorales en disputa. Sánchez ya no podrá decir “somos la izquierda” con la legitimidad que los hizo al igual que a Susana Díaz se le cayó la máscara cuando pactó con Ciudadanos en Andalucía.

Mi sabia madre, ante la duda me habla de cautela, siempre me ha dicho niño haz esto o cuida de aquello que “más vale un por si acaso que un quién lo iba a pensar”. Ese es el consejo que ella le daría a Pedro Sánchez Castejón, lo contrario de lo que parece aconsejarle su sobrada soberbia.

lunes, 10 de junio de 2019

Ha nacido el ‘susanchismo’


Desde que Pedro Sánchez, aún presidente del gobierno en funciones, tras las elecciones generales del 28 de abril y las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, fuese a ver al presidente de Francia, Emmanuel Macron, han proliferado en Ferraz las miasmas del susanismo. Justo antes de reunirse con Macron la tarde del 27 de mayo, la mañana del mismo día, el vencedor Pedro Sánchez se reunía sigilosamente con la expresidenta andaluza, la perdedora Susana Díaz. ¿Coincidencia?

Tranquilizada, y quien sabe si esperanzada la expresidenta andaluza con cuatro palabritas finas del secretario general, éste se fue a su ejecutiva y después a ver a Macron para tratar asuntos europeos. Todo el mismo día. Asuntos europeos de un lado, que tendrán que ver también con una alianza franco-española para que Alemania afloje en materia de austericidio, y asuntos internos para que “los liberales” europeos aprieten a Rivera para que deje pasar a Sánchez como el PSOE dejó pasar a Rajoy. Así se consumaría, una vez más, aquello lampedusiano de que que todo cambie para que todo siga igual.

El susanismo, una mutación degradada del felipismo, en un ambiente favorable, con el PSOE vencedor de las elecciones generales y Sánchez presionado por los poderes verdaderos, ha inoculado un gen regresivo en el sanchismo y así ha nacido el ‘susanchismo’. Desde el 27 de mayo en Ferraz se incuba la nueva forma del rotavirus típico de la gripe del PSOE. El susanchismo es como el susanismo sin folclore españolista (de momento) y con pretenciosas aspiraciones de felipismo.

Durante la primera semana de este mes de junio los síntomas susanchistas en Ferraz son más que evidentes con tendencia a cuidados intensivos. Hasta el mismo Pedro Sánchez pide explícitamente a Casado y Rivera, a PP y Ciudadanos, hasta antier para Sánchez parte del trío de Colón, que sendos o uno lo dejen pasar a la presidencia de la XIII legislatura con sus 123 diputados y diputadas, cinco menos que los del Rajoy de la XII legislatura al que el PSOE susanista dejó pasar a la presidencia cantando el rap de “no dan los números”. Pide eso y afirma, como cuando también antier afirmaba que “somos la izquierda”, que “o gobierno del PSOE o gobierno del PSOE”. Ahí es ná.

Pero los números son los que son. Como lo fueron cuando la época de fulgor susanista. Se comprobó en la moción de censura que sacó a Rajoy de Moncloa hace ahora un año. Así que o Pedro Sánchez llega a presidente entregado a algunas de las derechas del trío de Colón, traicionando bien pronto el “con Rivera no” que le coreaban las bases socialistas la noche del 28 de abril, o acuerda proyecto y gobierno con los más de tres millones setecientos mil “votos inútiles” de Unidas Podemos, según la propia calificación que el PSOE les asignó en campaña electoral, atendiendo al otro cántico que sus bases agitaron la misma noche del 28 de abril: “sí se puede”.

Si el susanchismo cuaja y se extiende, todo habrá cambiado y todo seguirá igual. La derecha española seguirá siendo ultramontana y acabará reunificada por acuerdos propios o por imposición de las urnas. El PSOE será dual como siempre, de izquierdas en campaña y de derechas a las órdenes del capital gobernando las políticas económicas, con sus dosis más o menos fuertes de green o violet washing.

Para que no cuaje, o para que si cuaja sea por el menor tiempo posible no caben las concesiones. La posición firme y cooperativa de Unidas Podemos es el antígeno del susanchismo, por consiguiente el antígeno de que a España llegue el modelo de gobierno reaccionario que el susanismo legó a Andalucía.

Con Ribera No era un con Unidas Podemos Sí. Eso es lo que significan los coros alternativos de las bases socialistas la noche del 28 de abril, la mezcla del no a rivera con el sí se puede. Eso es lo que ha ratificado la encuesta del CIS como la opción mayoritaria preferida del electorado español, un 45% preferimos un gobierno de coalición, a pesar, otras vez, de la artillería mediática para torcer la voluntad popular expresada en las urnas. Sin él, como estamos viendo estos días en las acciones de Pedro Sánchez y su entorno próximo, y como sabemos a ciencia cierta por el pasado del PSOE, cualquier acuerdo de investidura es papel mojado.

Tenemos una oportunidad. Por primera vez en la historia de la democracia española a nivel de gobierno de España, se puede demostrar, como el título del famoso ensayo de Nuccio Ordine, La utilidad de lo inútil, que el voto verdaderamente útil es el que fue a Unidas Podemos. Nunca como ahora 42 diputados y diputadas, aupadas por el 49,9% de los votos que fueron al PSOE aguantando la pertinaz y severa llamada al voto útil por la amenaza de Vox, fueron tan útiles para gobernar en beneficio de las mayorías en España y por una Europa democrática, ecologista y feminista, alejada de las extremas derechas.

Si Sánchez se empeña en traicionar su ‘voto útil’, los lemas de sus bases y a la casi mitad del electorado español, negando el proyecto de gobierno y la coalición con Unidas Podemos, habrá elecciones y ya no podrá apelar al “somos la izquierda” ni al voto útil ni al miedo a Vox que estará cogobernando y apoyando gobiernos del PP y Ciudadanos. Tampoco tendrá las mismas posibilidades de ganar en las provincias menos pobladas, como ocurrió el 28A, porque la derecha volverá a reconcentrar el voto a la vista de los efectos de su dispersión.

Ha nacido el susanchismo, su éxito fatídico o su halagüeño fracaso depende de la eficacia del antígeno que se prepare. No se ha llegado hasta aquí para sucumbir otra vez al bipartidismo ni para que el gen del felipismo mute una vez más, ahora como susanchismo. Para eso el 15M, el 8M, Stop Desahucios, los pensionistas, las mareas o la Juventud por el Clima, por ejemplo, no han sembrado la esperanza.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Del núcleo irradiador a cooperar mejor que competir


Desde las elecciones europeas de 2014 hasta las municipales de 2019 han pasado muchas cosas y muy rápido, el sistema político español se ha deformado como un plástico elástico fruto de esfuerzos de cizalla en distintas direcciones. Como un plástico elástico podía romperse pero no se ha roto. Si alguno de los esfuerzos de cizalla desaparece la tendencia del sistema será recuperar la forma bipartidista original con las variables nacionalistas catalana y vasca.

Simplificando, tres elementos, espacios políticos, son extraños a la forma original del régimen democrático del 78. El espacio Podemos (fruto del retroceso democrático y de justicia social), el espacio Ciudadanos (fruto reactivo, utilizando Ciutadans, a la irrupción de Podemos y como salvamento del espacio PP) y el espacio independentista catalán (fruto de la sentencia anti estatut de 2010 del Tribunal Constitucional, de la huida hacia adelante de CIU salpicada de corrupción y, ahora, de la existencia real de presos políticos y exiliados políticos). No hablo del espacio Vox porque es en pureza Partido Popular, ha surgido el último como si desde un trasatlántico que se hunde se arrojase una barca de salvamento de las esencias.

Todos estos esfuerzos de cizalla (el Podemos del 15M, el antipodemos de Ciudadanos y el independentista) son la forma específica en que se manifestó políticamente en la España de la constitución del 78 la crisis financiera del capitalismo especulativo global, fruto de la huida hacia delante de los límites del crecimiento por la escasez y agotamiento de materias primas, el envenenamiento ambiental de los ecosistemas por todo tipo de residuos, la crisis climática por el calentamiento global y el ataque sostenido a las democracias. Para la ecología política todas las crisis son la misma crisis, de modo que la crisis del régimen democrático del 78 es la forma en que se ha manifestado en España la crisis ecológica. Y la causa del combate mundial entre totalitarismo y democracia.

El 26 de mayo de 2019 se ha cerrado un ciclo electoral. Pero no se han cerrado los cuatro grandes problemas en la España democrática. La cuestión de la justicia social, la cuestión de la igualdad de género y el machismo, la cuestión de los efectos del cambio climático y las crisis territoriales (la tensión independentista y la España vaciada), siguen ahí. El 26 de mayo de 2019 percibimos además que se ha cerrado el momento populista, o mejor, desde las cloacas del estado hasta los grandes medios en manos del gran poder financiero, todo el régimen del 78 ha actuado, y lo ha conseguido, para cerrar el momento populista que abrió la repolitización rebelde del 15M. Mientras se cerraba o no la ventana de oportunidad, entre vendaval y vendaval, las mayores mejoras prácticas para la vida de la gente las han realizado las llamadas alcaldías del cambio y a nivel de estado, tras la moción de censura que le pergeñó Pablo Iglesias a Sánchez llevándolo a la presidencia, la subida del SMI a 900 euros arrancada por Unidas Podemos.

¿Qué queda, tras el 26 de mayo de 2019 de todo el movimiento político de cambio que inaugura Podemos en términos prácticos a nivel institucional? Mucho, pero dos cosas son herramientas poderosas. La primera se substancia en el Congreso: cuarenta y dos diputadas y diputados de Unidas Podemos, nueve de ellas andaluzas, el mayor contingente territorial del espacio unitario progresista y de izquierdas que representa la suma de Podemos, IU, EQUO, En común y Mareas. Insisto el grupo más numeroso en el congreso dentro del espacio de Unidas Podemos es el andaluz.

La segunda, el hecho de que los mejores resultados comparativos tanto autonómicos como municipales del espacio progresista de izquierdas al que me refiero, se han obtenido en Andalucía y han sido fruto de una unidad estratégica llamada Adelante Andalucía. Ahora es el momento de decirlo con absoluta claridad, sumemos el referente de la alcaldía de Cádiz y la evidencia será más palpable.

No digo que el espacio que aglutina Unidas Podemos y Adelante Andalucía no haya perdido muchísimo apoyo desde el punto álgido de las elecciones generales de diciembre de 2015, no hecho campanas al vuelo. Digo lo que queda después de un trayecto tormentoso por causas propias y ajenas. No han sido pocas.

Por tanto, más allá de un debate que puede ser ahora, una vez más, fratricida, sobre si gobierno de coalición, como desde Andalucía, lo importante es hacer valer al máximo las dos herramientas más poderosas que quedan, visto desde Andalucía, tras el 26 de mayo de 2019, las 42 diputadas de Unidas Podemos en el congreso, 9 andaluzas y Adelante Andalucía como forma política estratégica de unidad en Andalucía Unidas Podemos o gobierno a la portuguesa, como defiende el propio PSOE (por otro lado imposible con los actuales números como expliqué en un artículo anterior en este mismo medio, porque el partido socialista portugués no tiene alternativa de acuerdos parlamentarios por la derecha porque no le dan los números y el de Sánchez sí la tendría porque le dan los números con Ciudadanos, pudiendo dejar a Unidas Podemos cuando quisiese arrinconado y acusado de pinza inútil con PP y Vox como en un tiempo ocurrió en Andalucía), más allá de ese debate, y desde Andalucía, lo importante es hacer valer al máximo las dos herramientas más poderosas que quedan, visto desde Andalucía, tras el 26 de mayo de 2019, las 42 diputadas de Unidas Podemos en el congreso, 9 andaluzas y Adelante Andalucía como forma política estratégica de unidad en Andalucía.

Cooperar mejor que competir, romper las dinámicas fratricidas, crear espacios de cooperación política y complicidad táctica y estratégica entre la organicidad andaluza y estatal y las y los parlamentarios de Adelante Andalucía y las y los nueve diputados andaluces de Unidas Podemos en Madrid. Queremos verlos juntas y juntos de vez en cuando. Poner delante desde Andalucía los problemas específicos de Andalucía y darles voz y vida en cualquier negociación en Madrid. Hacer partícipe a Andalucía de las soluciones a la cuestión territorial, que sin duda habrá un momento en que tenga que tratarse políticamente y no a base de represión y judicialmente.

Construir, cooperar mejor que competir, los tiempos del núcleo irradiador, bueno o malo, ya no son posibles. Elegancia, prudencia, paciencia y democracia. Ni guerras ni vendetas, por favor.

viernes, 24 de mayo de 2019

¿Quieren Norte, Zaidín, Chana mandar en Granada? Nos va la vida en los barrios


No es cierto que Granada sea “muy de derechas” como he oído muchas veces, ni siquiera que tenga, como dijo Lorca “la peor burguesía de España”. Lo dijo porque era la que conoció bien desde su infancia, porque clase rica antidemocrática, como estamos viendo con la insurgencia de Vox desde la casa madre del Partido Popular, está repartida por todas las ciudades y sus calles más lujosas.

Lo cierto es que con solo un vistazo a los datos a ojos de dron, se comprueba que una tras otra vez desde los años noventa los barrios populares se abstienen de votar mucho más que los barrios adinerados. Un solo partido en Granada es culpable de este abstencionismo tozudo, el PSOE que gana apelando a la izquierda y gobierna temeroso de la derecha abandonando a sus votantes. Por eso el desencanto popular, por eso a veces el voto resignado y melancólico.

En las elecciones municipales de 2015, en pleno fervor de Podemos, la abstención alcanzó en los barrios del Norte, Zaidín y Chana porcentajes más de diez puntos superiores (me quedo corto) a los de zonas como Fígares, Recogidas o Ronda, tradicionales feudos del Partido Popular, ahora fraccionados entre tres con Vox y Ciudadanos.

En ocasiones, según los colegios electorales, la abstención dramática es más de 20 puntos superior en zonas con población en riesgo de exclusión o excluida respecto de zonas de población adinerada para las que el futuro no supone incertidumbre económica. Hay una relación directa entre nivel de renta y abstención. La gente adinerada, rica y muy rica han entendido a la perfección para que sirve el voto. Para salvar sus intereses de clase o ideológicos (suele ser un pack).

Esta es la razón por la que tengamos en Granada una derecha recalcitrante que ha gobernado la ciudad durante trece años contra los intereses de la propia ciudad. Lo volverá a intentar, y muy probablemente a conseguir, el 26 de mayo a toque de corneta, redoble de tambores y paso militar.

Las arcas municipales están en quiebra. Este hecho solo tiene un culpable, el Partido Popular cuyo último alcalde dejó el bastón de mando a golpe de investigación policial, judicial, detención e imputación. Desde el sarcófago de la Avenida de la Constitución hasta el dispendio del LAC, desde el entorpecimiento de años al desarrollo del metro hasta la tala masiva de arbolado, desde la privatización de EMASAGRA, la joya de la corona municipal con una de las mejores aguas del mundo, hasta la de INAGRA con su dispendio ineficiente, desde las colocaciones en EMUCESA hasta las colocaciones en la TG7, el tiempo, la deuda y sus intereses bancarios han corrido en contra de los intereses de la mayoría de las granadinas y los granadinos. Incluso en contra de los intereses de sus propios votantes que padecen igual altos índices de enfermedad y mortalidad por causas asociadas a la vieja boina de contaminación atmosférica granadina a la que nunca han hecho frente ni los unos ni los otros.

Puesto que las arcas municipales están en quiebra, toda rimbombante promesa de nueva obra megalómana para el día después del 26 de mayo, es una solemne mentira. Lo primero es expulsar del consistorio la política para amiguetes y ricos, acabar con el despilfarro y actuar con verdadera justicia fiscal. Quien más extrae gracias al enorme patrimonio cultural de la ciudad, más debe poner, porque lo que es de todas y todos no puede estar al servicio de los pocos que se lucran precarizando el empleo, generando residuos y saturando los espacios vitales.

De modo que como plantea Antonio Cambril, el independiente que encabeza la candidatura de Podemos IU Adelante Granada, lo primero es lo primero y lo segundo viene después. Sanear las cuentas municipales es la prioridad absoluta. Ayuntamientos del cambio como Cádiz, Barcelona, Valencia o Madrid lo hicieron en tiempo récord a pesar de Montoro y de Montero. Se puede.

Lo segundo es la vida de las gentes que vivimos la ciudad. Esas ciudades que cito y otras están reduciendo las dificultades de acceso a la vivienda, garantizando el agua y la energía eléctrica, mejorando el transporte público, peatonalizando, reverdeciendo y descontaminado el aire, generando su propia energía renovable, reduciendo la pobreza energética, reduciendo el precio del transporte público, garantizando el acceso al dentista y la salud bucodental con servicios de salud municipales, ofreciendo renta mínima para evitar la exclusión social, mejorando la asistencia domiciliaria, remunicipalizando los servicios, democratizando el acceso a la cultura, democratizando la democracia con presupuestos participativos, y así. En definitiva haciendo a su ciudadanía más feliz al reducir la incertidumbre por lo que pueda ocurrir en el futuro, al despertar o al día siguiente en tiempos de precariedad laboral.

Esas ciudades demuestran a diario que sí que se puede.

Para que se pueda también en Granada los barrios del Norte, Zaidín y Chana, además de otros concienciados, populares, dignos y llenos de vida, tiene que dar un paso adelante y votar como si les fuese la vida en ello. Porque en verdad, nos va la vida en ellos, en los barrios.

miércoles, 15 de mayo de 2019

El 26 de mayo sé egoísta, vota pensando en ti


Cuando vayas a votar este próximo 26 de mayo, sé egoísta, piensa mucho en ti.

Piensa en ti si tienes personas mayores a las que quieres y necesitan pensiones dignas contributivas o no. Se egoísta y vota pensando en ti si tienes seres queridos que están muy pachuchos y necesitan ayudas a la dependencia. Si ellas están mejor y son más felices, seguro que tú estarás mejor y serás más feliz.

Si tienes prole o quieres tenerla y te preocupa su guardería, y si te cobran mucho poco o nada por ella, piensa en ti a la hora de votar. Te dará tranquilidad saber que pueden gobernar personas que saben que la natalidad depende tanto de los servicios públicos como de la dignidad laboral, el trabajo decente y la igualdad y los derechos de las mujeres.

Se muy egoísta y vota para evitar que a tu hija o tu hijo, con buena formación, estudios y hasta experiencia, se le pase si quiera por la cabeza irse de tu lado por motivos de falta de perspectiva laboral. Que no se vayan lejos quienes más queremos es uno de los motivos más egoístas para decidir tu voto. Piénsalo bien.

Elige tu voto en plan “voto por mi interés”, si sientes que las mujeres a las que te unen vínculos de vecindad, amistad, familiar o laboral, o sencillamente de humanidad, están amenazadas de violencia machista y discriminación estructural. No es difícil de ver, mira a tu alrededor. Si a ellas les va bien a ti te irá bien, no hay avance en derechos de las mujeres que no haya sido un avance en bienestar y felicidad de la humanidad.

Si vives en una zona rural y ves cómo cada vez hay menos gente y menos oportunidades, de tu voto depende que esa tendencia cambie. Deposita en tu voto todo tu rural interés.

¿Estás estudiando todavía y no sabes qué será de tu futuro? Cuida tu voto, pero sobre todo el mayor gesto de egoísmo por tu parte es ir a votar, porque no son lo mismo unos que otros. Para detectar que no son lo mismo mira hacia el pasado y comprueba qué prometieron y que hicieron, haz contabilidad de quienes te engañaron con cuatro palabritas finas.

En estas elecciones del 26 de mayo, es muy importante ver qué envuelve cada quien en la bandera. Comprueba el pack completo, no te quedes en el envoltorio, mira la etiqueta y, si acaso abre la caja a ver todo lo qué hay dentro por si hay cosas que van contra tu interés. Hazlo, no vaya a ser que con una tela de bandera te oculten daños irreversibles.

¿Vives en un barrio? O sea ¿vives donde vivimos la gente corriente?, en un barrio, en una urbanización de unifamiliares que, en su día fueron asequibles a tus posibilidades económicas. Mira los servicios que quienes han gobernado han puesto o han dejado de poner, mira su precio, mira su calidad y si se gestionan desde lo público o se han entregado a gente lejana, extraña y muy rica deteriorándolos y precarizando el empleo. Agua, electricidad, basuras, transporte colectivo, accesos, tranvías, trenes, metros, comedores escolares, atención a la dependencia, monotores y monitoras de educación especial y, uf, un largo etcétera.

¡Ah!, mira una cosa, mira si tienes cerca un sinfín de grandes superficies comerciales que pagan proporcionalmente menos impuestos que tú y han liquidado los comercios que tenías cerca. Míralo bien y sé egoísta a la hora de votar. Acuérdate de quienes ayudaron a que tuviesen más facilidades que tú y de quiénes se fotografiaron en sus inauguraciones a todo trapo.

Otra cosa muy importante es el aire que respiras en tu ciudad, o el ruido que soportas, o el tipo de energía que consumes o te obligan a consumir. La ecología es de los más importante, ya lo sabes seguro por la calor que pasas o por las enfermedades de riesgo, tuyas, de tus seres queridos o de la gente con la que te cruzas por la calle. Alergias, bronquitis, infartos, cánceres, vaya tela, científicamente demostrado. Es casi seguro que quienes ha gobernado todos estos años, muchos ya en algunos sitios, sin interés por solucionar estas cosas importantes para la vida sigan sin tener ganas de arreglar nada. Vota por ti, para tu voto tu eres la persona más importante.

¿Estás jarta de corrupción?, ¿verdad? Tu voto es importante, no apoyes con el ni a las opciones corruptas demostradas, ni a quienes decían que con ellas nada, y luego pactaron con todas por puro interés, el suyo y el de la gente muy rica. Menos corrupción son más servicios y de más calidad para ti, también más empleo para ti y los tuyos. Sé con este tema muy egoísta a la hora de votar.

¿Quieres una ciudad en la que se oigan los pájaros, las temperaturas amainen, el aire sea limpio y tus hijas o hijos puedan ir al cole o a cualquier sitio con tranquilidad y seguridad para ti y para ellos? Cuida tu voto como cuidas a tus hijos. Piensa en el medio ambiente, en los árboles, los jardines, las zonas verdes los itinerarios seguros, las vía verdes, los ríos sin cemento ni basuras. Y en muchas más cosas tan importantes para la vida, seguro que tu tienes más ideas para mejorar tu entorno. Vota pensando en esas ideas.

Lo más egoísta es no fiarse de quienes insisten e insisten en grandes obras y grandes fastos. La experiencia te dice que, cuando se hacen, si es que se hace, siempre benefician a los mismos. Las más de las veces los fastos solo sirven para que acumulen más dinero unos pocos a costa de la apropiación de lo que es de todas y todos. Piensa en el día a día, en la cultura de proximidad, en cositas que te hacen la vida feliz sin tanta grandilocuencia tanta luz y tanto sonido.

Si votas pensando en ti, puede que ya sepas que una ciudad o pueblo puede auto abastecerse de energía solar a poco que su gobierno decida tomar ese camino. Además, con el ahorro y lo que no se gasta puede eliminarse la pobreza energética. Esto es muy importante, porque quien sabe si por circunstancias de la vida tu o alguien de los tuyos pasa, o está pasando, alguna vez una mala racha. Quien cuida del otro cuida de sí mismo. Se llama solidaridad y es el vector emocional que más ha hecho por la humanidad, o sea por ti. Yo sería en esto muy egoísta y nunca votaría opciones que gritan sálvese el que pueda.

Seguro que tienes mil razones más que son de tu interés. Si votas, se puede; si no votas, entregas tu interés a otros intereses que no son los tuyos.

Lo dicho, para no ponerme pesao, sé egoísta y vota pensando en ti porque tú eres importante, la persona más importante. Tu voto más útil es el que mira tu propio interés.

martes, 14 de mayo de 2019

Las AMPAS Escuelas de Calor me entrevistan sobre la ley de bioclimatización

Ayer grabé un programa de radio con las AMPAS de Escuelas de Calor. Su fuerza, su esfuerzo y su compromiso hacen posible que la Ley de bioclimatización y energías renovables para los centros educativos públicos tenga empuje. En este enlace podéis oir el podcast:


Y aquí también:

https://www.emartv.es/escuela-de-calor/#.XN-qyy0rzMK

El espacio de radio realizado por las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) para promocionar y sensibilizar ante la campaña ‘Escuela de calor. Aulas sí, saunas no’, en demanda de la climatización en los colegios andaluces. El programa abordará también otros problemas de la educación actual que preocupan a padres y madres como el elevado índice de fracaso y abandono escolar, las continuas reformas educativas, la excesiva politización de la educación o el fomento de la diversidad o la interculturalidad en las aulas.

miércoles, 8 de mayo de 2019

La dirección de Podemos Andalucía decide jugar en cuarta regional


El Consejo Ciudadano Andaluz de Podemos, máximo órgano del partido, se ha reunido y, ajeno a la realidad actual e histórica tras los resultados electorales del 28A, y a la lectura que de los mismos hacen la mayor parte de votantes del PSOE y de Unidas Podemos, incluida la militancia del partido ganador, decidió ir al Consejo Ciudadano Estatal defendiendo que no hay que entrar en un gobierno con el sanchismo. Posición idéntica a la que ha mantenido la corriente minoritaria de Anticapitalistas.

Mediante resolución hecha pública el mismo día en que se había de reunir el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, el CCA, máximo órgano andaluz insta a abrir un debate interno sobre si gobierno de coalición con el PSOE de Sánchez o acuerdo a la portuguesa, tomando el todo por la parte y posicionándose a favor de un “gobierno a la portuguesa” como representación de todo Podemos Andalucía, incluidas las nueve personas elegidas desde Andalucía para representarnos en Madrid. Parece que la aspiración de cualquier elector de un partido que vota para que su partido gobierne es ignorada de partida por los cargos orgánicos de Podemos Andalucía.

El CCA ha perdido la oportunidad de llevar al máximo órgano de Podemos estatal propuestas de medidas concretas para negociar con Sánchez que mejoren la situación de Andalucía, de las y los andaluces, en lo que se refiere a todos los indicadores de desigualdad, precariedad, y desempleo respecto de otros territorios españoles, así como cuestiones de movilidad, ferrocarril, energías renovables, turismo depredador, problemas del mundo agrario andaluz o de escasa industrialización, que son específicos de Andalucía entre otros muchos. Una batería de medidas urgentes para Andalucía que debería haber puesto sobre la mesa del CCE de Podemos con la propuesta de colaboración y coordinación de la acción política en Andalucía con la de las nueve personas representantes de Unidas Podemos que han obtenido escaño en el congreso por las circunscripciones andaluzas.

Pero no, el CCA parece más interesado en debilitar la fuerza negociadora que Unidas Podemos ha obtenido en las urnas y se sitúa como agente extraño a las negociaciones que seguro se abrirán con Sánchez de cara a la investidura y, posiblemente, la formación de gobierno. Una actitud que denota o inmadurez política o interés exclusivo en disputas internas y equilibrios de poder en lugar de interés inmediato en mejorar la vida de las y los andaluces a la vista de los resultados electorales del 28A que ha dejado a Vox fuera de juego, a Ciudadanos crecido queriendo ser oposición, al PP desarbolado y al PSOE atrapado entre el “con Rivera no” y “sí se puede” de su militancia y la presión de los poderes económicos y bancarios españoles y extranjeros para que limite la fuerza de Unidas Podemos no dejándolo entrar en el gobierno.

La iniciativa además se arroga la representación de todas las bases de Podemos Andalucía en un momento en que la buena campaña y estrategia representada por Pablo Iglesias, con altura de estado, ha conseguido parar en seco a las derechas reaccionarias y la derecha pro involución. la posición de la directiva andaluza es, en términos políticos, imprudente e inoportuna. Imprudente porque alimenta los marcos de ataque por parte de los poderes económicos del estado y por parte del pesoe susanista (al que tanto se había criticado para las autonómicas del dos de diciembre) que desean a toda costa un gobierno del pesoe en solitario auspiciado por Ciudadanos. Inoportuna porque las bases andaluzas apoyaron tanto en Vistalegre II como en la II Asamblea de Podemos Andalucía, con absoluta rotundidad, dos estrategias que, a mi entender, no eran contradictorias. En el marco estatal la que condujo a Unidas Podemos liderada por Pablo Iglesias y en el marco andaluz la que condujo a Adelante Andalucía liderada por Teresa Rodríguez. Un sujeto político de estado y un sujeto político andaluz para reflejar la especificidad andaluza.

Sendas estrategias han demostrado, contextualizadas al proceso histórico y a cada ámbito, el estatal y el andaluz, que eran útiles para limitar los efectos de los ataques de todos los sistemas de poder que operan en España contra una potencia de cambio como Podemos. La andaluza, que se enfrentaba nada más y nada menos a un pesoe que llevaba en el poder del sur cuarenta años, limitó la caída pero no ilusionó lo suficiente como para movilizar la abstención y el trasvase de voto desde el PSOE a Adelante Andalucía. Lo he analizado en un puñado de artículos anteriores publicados en este medio. Pablo Iglesias comprendió el contexto de los resultados electorales de Adelante Andalucía y, prudente, no entró a la crítica. Demasiado se había hecho.

La estrategia estatal, con la amenaza de involución y la útil llamada del PSOE al voto útil, logró frenar la sangría de votos y situar al sanchismo en una posición clara de dependencia de la fuerza de Unidas Podemos si quiere gobernar de acuerdo con la mayoría de sus votantes. Ese es el sentido de los “con Rivera no” y “sí se puede” que gritaba su militancia la noche del 28A. Nunca en un contexto de voto útil un espacio de cambio en competencia con el PSOE había logrado 42 escaños, la mitad, 21, logró la IU más álgida en 1996. Más mérito, si cabe, con laamenaza de involución que representaba un Vox al que Casado le otorgó ministerios en campaña.

Sendas estrategias, pensando en las cuestiones sociales y territoriales que seguirán atravesando la política española, estaban, y están, llamadas a coordinarse y entenderse por el bien de la mayorías sociales de toda España y de Andalucía. Sin embargo, el movimiento en solitario que ha hecho la directiva de Podemos Andalucía, torpedeando a Pablo Iglesias en momento tan delicado, antes de unas nuevas elecciones el 26 de mayo, y con un PSOE que aun ganando con su tercer peor resultado histórico sigue sacando a diario la soberbia a pasear, debilita la imprescindible tarea de coordinación entre nuestros representantes en el parlamento de Andalucía y en el congreso de España, por el bien, como he escrito arriba, de las y los andaluces.

La decisión de intentar desautorizar a Pablo Iglesias y la mayoría el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, se ha tomado unilateralmente y de forma descoordinada del resto de agentes que componen Adelante Andalucía (IU, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista), dañando la credibilidad de un proyecto autónomo andaluz al estilo de los Comunes en Cataluña. Sería irrelevante si no dañase además la futura fuerza de Andalucía por la izquierda y el federalismo en los debates que se avecinan. Bastante daño hizo el susanismo cuya alianza con Ciudadanos fue la llave que abrió la puerta de la ultraderecha en Andalucía y el factor determinante para la irrupción de un gobierno antisocial en nuestra tierra, como para ahora ahondar en el camino de “con el pesoe ni muerta”.

Es evidente que estamos en un proceso de investidura y formación de gobierno que no se va a resolver antes de que se constituyan las cámaras en Madrid, ni antes de que se conozcan los resultados de las elecciones municipales, autonómicas en las comunidades del 143, y europeas del 26 de mayo. Es evidente que, como ha escrito Enric Juliana, el debate sobre los pactos va a recorrer, y va a ser central, en estos nuevos procesos electorales. Por ello es evidente que la política de estado está en un juego legítimo de posiciones.

Unidas Podemos con Pablo Iglesias al frente está haciendo valer su fuerza poniendo al PSOE en la dicotomía de proyecto de cambio, programa de gobierno, gobierno y estabilidad o solo investidura. Lo números resultantes del 28A permiten, por supuesto, dejar gobernar en solitario al PSOE. ¿Cuánto se puede avanzar en restablecimiento de derechos y consolidación de los nuevos imprescindibles en materia de feminismo, modelo productivo y energético, justicia fiscal y lucha contra el cambio climático? ¿Cuánto se puede avanzar para limitar el crecimiento del independentismo en una nueva fase de diálogo? No es lo mismo responder a las expectativas de la mayoría social avalada por unos 15 millones de votos en toda España (incluyendo a los nacionalismos democráticos periféricos, independentistas o no) con gobierno de 123 escaños que con gobierno de 165. No es lo mismo. Es tan evidente que es el sentir mayoritario de quienes nos movilizamos ante el 28 de abril para llamar al voto como única forma de salvar España de la involución democrática. La fuerza de las urnas ha de traducirse en fuerza para negociar programa legislativo de gobierno, medidas de gobierno y acciones de gobierno. Con la fuerza de las urnas hay que exigir gobierno, como está haciendo Iglesias, si Pedro Sánchez y su PSOE se enroca tendrá toda la responsabilidad de haber fallado (como ocurrió con aquel “no nos falles” a Zapatero).

Para terminar, un breve apunte sobre la preferencia del CCA de gobierno a la portuguesa (investir a Sánchez presidente y dejarlo gobernar en solitario con un programa pactado). Para quienes hablan de acuerdo a la portuguesa en España, lo primero que habría que decirles es que la composición actual de la Asamblea de Portugal, no se parece en nada a la que ha dejado el resultado del 28A en el Congreso de España. Desde luego ni Portugal es España, con nuestras plurinacionalidades y nuestros ecosistemas políticos territorales diversos, ni allí la política está atravesada por un asunto soberanista. El partido más votado en Portugal en 2015 fue de derechas, Portugal al Frente (102 escaños); el segundo fue el Partido Socialista (86); luego el Bloque de Izquierdas (19) similar pero no igual a Unidas Podemos; luego Coalición Democrática Unitaria (17), alianza de Comunistas y Verdes; luego Partido Social Demócrata (5), de derechas; y por último Personas – Animales – Naturaleza (1).

Como se puede comprobar con facilidad en Portugal el Partido Socialista no tiene la posibilidad de acuerdos parlamentario con la derecha porque no le dan los números salvo si quisiera cederle el gobierno completo a Portugal al Frente (una locura, como la que hizo el susanismo dejando gobernar a Rajoy). En España, sin embargo, los resultados del 28A permiten a Sánchez llegar a presidente con un pacto con Unidas Podemos y luego saltarse el acuerdo aliándose puntualmente con fuerzas de la derecha como Ciudadanos o el PP, o forzar apoyos con la amenaza de acusar a Unidas Podemos de pinza con la derecha, desde para los presupuestos hasta para cualquier ley o actuación.

Por insistir, el CCA de Podemos Andalucía, antes de cualquier resolución del calado de la que ha tomado, debería haberse coordinado con el resto de agentes de Adelante Andalucía. La resolución debería haber evitado la extemporaneidad de proponer un debate sobre la forma final del un posible acuerdo con el PSOE “por que nos lo merecemos”, en palabras del propio responsable de comunicación de Podemos Andalucía, y haber acentuado las necesidades que Andalucía pone sobre la mesa para incluirlas en un acuerdo con el sanchismo. Y, por último, aunque solo sea por razón de organicidad dentro del mismo espacio de partido, se hace imprescindible para ya y para el futuro, la coordinación con las y los representantes andaluces de Unidas Podemos electos este pasado 28 de abril.

Y las bases de Podemos votarán, claro que sí, con debate incluido si se refrenda o no, cualquier acuerdo que pudiera cerrarse con el PSOE de Sánchez.

Es conveniente que la dirección de Podemos Andalucía actúe de acuerdo a la fuerza real que tiene el partido y juegue en primera división y no en cuarta regional. Eso es lo que se merece Andalucía, eso es lo que nos merecemos.